Salmo 30:5b
“Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”.
Para los que no creen en Cristo, la felicidad depende de los buenos momentos. La sonrisa puede variar según están las cosas o como se lleva uno con su suegra o con su cuñada, si tiene problemas en el trabajo o en el hogar. Pero si esa persona está pasando por una situación difícil, probablemente sienta que la felicidad está muy lejana. Sin embargo, según la Biblia, el secreto de la felicidad no depende de lo que me ocurra en la vida sino de una decisión. Esa decisión es aceptar a Jesús en el corazón; que por demás acertada, produce felicidad. Significa vivir con Él nuestra vida. Es entender que no dependemos de aquello que la vida nos depare sino que tenemos el gozo de Cristo en nuestro corazón, pase lo que pase. Por supuesto que vamos a tener luchas y batallas porque son parte de este mundo, pero siempre debemos tener en cuenta que eso es momentáneo. La Escritura dice que “Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”. Esto quiere decir que hay un tiempo para llorar, para lamentarse, pero también hay un tiempo para tomar la victoria. ¡Disfruta cada día de vida que Dios te da, vívelo al máximo y recuerda que la felicidad no depende de una circunstancia, sino de una decisión, tener a Cristo en el corazón!
Autor: Claudio Freidzon
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