Recordando
Recordando
Bendice, alma mía al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios
Salmo 103:2
Algunos días nos despertamos con dolor en las articulciones, y con el ánimo apagado
y nos preguntamos cómo podemos sacudrinos el letargo y llegar al
final del día.
He aquí una idea: Al igual que David, trata de elevar tu agradecimiento a Dios.
Usa tu mente y tu memoria para volver a encender nuestro
agraqdecimiento por todos los "beneficios de Dios (Sal 103:2).
La gratitud llevará al gozo.
Agradece a Dios por Su perdón. Él perdona todas tus iniquidades (v.3)
y "(ha arrojado) a la profundidad del mar todos tus pecados (Mi 7:19).
Agradécele por sanar tus enfermedades (v.3). Dios usa las dolencias y los
desórdenes para atraerte más profundamente a Su amor y cuidado.
Y, un día cuando tu Señor venga por ti, Él sanará todas tus enfermedades.
Agradécele por coronar tu vida "de bondad y compasión" (v.4)
Agradece a Aquél que satisface tus deseos (v.5). Él es tu satisfacción.
Cada día, Él renueva tus fuerzas y tu vigor. Luego, tu espíritu
puede elevarse y alzar vuelo como el águila.
"Bendíce alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios (v.2)
Salmos 103
Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David.
1 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
La gratitud es la memoria de un corazón contento