Martes, 12 de enero de 2010
Recibir regalos
Léase Efesios 2.4-10
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios...
-– Efesios 2.8 (NVI)
RECUERDO cuan incómoda me sentía en los agasajos que me ofrecieron antes de mi boda y del nacimiento de mi hijo. Me incomodaba ser el centro de atención, especialmente cuando abría los regalos. Sentía que no merecía tanto amor.
Nunca he sido muy buena recibiendo obsequios, y aparentemente esto sucede también en relación a los regalos de Dios. Tengo dificultad captando la verdad de que Dios reemplaza algo sin valor–mi pecado–con algo de valor incalculable: la justicia de Dios a través de Jesucristo. Verdaderamente, no merezco este regalo de Dios. Dios lo sabe, pero quiere que lo reciba de todas maneras. Como hijos/as de Dios somos amados y perdonados a través de Cristo.
Le he pedido a Dios que me ayude a cambiar mi forma de pensar. Somos valiosos/as; tanto como para que Jesús diera su vida por nosotros/as. En lugar de explicar todas las razones por las cuales no merecemos tal regalo, digamos «gracias» viviendo para Cristo. Estoy segura de que nada puede agradar a Dios más que eso.
Sra. Polly Leipold (Pensilvania, EUA)
Oración:
Oh Dios, gracias por amarnos tanto que nos diste a tu Hijo, para que podamos tener el regalo de la salvación. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Nadie es digno de acercarse a Dios, pero todos somos bienvenidos.
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OREMOS:
Por personas a quienes se les hace difícil recibir.