Somos Ricos
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Una señora, ya bien de edad, en el peor período de la Gran Depresión, entró en una Agencia de Seguros de Miniápolis, EEUU, caminando lentamente. Preguntó se podría parar de pagar la póliza de seguro de vida de su esposo. ”Él ya murió hace un buen tiempo”, dijo ella, “y yo no dispongo más de recursos para continuar a hacer los pagos”. El atenderte, atrás, verificó la póliza que ella había traído y constató que valía muchas cientos de millares de dólares.
Aquella pobre señora era rica, pero no tenía la menor idea de eso. Nadie había le explicado como funcionaba las pólizas de seguros. Quizá usted no sepa que, como un discípulo de Jesús, es muy rico.
Muchas veces caminamos para un lado y para otro, murmurando sin parar con respecto a nuestros infortunios. Parece que no tenemos nada, que no conseguimos éxito en nada y que lo nada será nuestra suerte para siempre. Todos vencen en la vida, menos nosotros, es la conclusión a que llegamos casi siempre.
Estamos pagando el precio de la falta de fe en Cristo que a todo momento nos dice, como está escrito en Su Palabra:
“Pedí y os será dado”, “todo cuanto pedís en mi nombre, creyendo, recibiréis”, “supliré todas vuestras necesidades”, “todas las cosas os serán añadidas”. ¿Y por qué continuamos pobres, sin recibir las riquezas que del cielo nos están preparadas? Porque persistimos en dejar Dios de lado. Porque no Le abrimos el corazón. Porque solo recordamos de él cuando estamos en grandes dificultades.
Publicado porcalithos
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