A La Mujer Cristiana
Mujer, que has sido salvada. Mira la obra del Señor. Hay suficiente labor. Para no estar inactiva. Más no olvides ni un momento. Que es Dios el que quiere usarte.
Ser obediente es tu parte, Siempre mirando hacia arriba. Si ser útil es tu anhelo; Si quieres ser provechosa, Hay infinidad de cosas. Donde puedes demostrar. Ese anhelo de tu alma.
En pro de tus semejantes. Empieza pues cuanto antes. En el seno de tu hogar. Tu labor tiene un alcance. De límite insospechado, Los dones que Dios te ha dado. Pueden ser de utilidad, Si los pones como ofrenda En sus manos poderosas.
Tu vida puede dar rosas; Bellos mensajes de paz. Si quieres ver un ejemplo. Que ilumine tu camino, Busca en el libro divino, Do hallarás contestación. Mujeres que a Dios buscaron, Y a El le dieron su vida, El las usó, en la medida De su fe y consagración.
Ana, Esther, Abigail , Sara, Débora, María ,Y otras más que Dios un día Usó en su santo servicio. Fueron como el barro dócil Para el Divino A alfarero, Y jamás retrocedieron Ante ningún sacrificio. El Señor te quiere usar igual Que aquellas mujeres, Corre a El, tal como eres; Deja a un lado tu desgano.
Es muy grande el privilegio Que te está dando el Señor. No existe honra mayor Para una mujer cristiana.
Por Doris Rojas Méndez
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