¿Es usted madre? Ahora más que nunca las madres necesitan entender su eleveda posición en el Reino de Dios.
Enseñar, alimentar y entrenar a los hijos en la palabra de Dios y sus caminos son quizás los trabajos más
importantes sobre la faz de la tierra.  Los hijos son nuestros futuros líderes, la próxima generación que llevará
el estandarte  del evangelio a todas las naciones.
A través de toda la Biblia, cuando Dios quería hacer algo grande en el mundo, generalmente escogía un joven. 
En José, Moisés, David y Gedeón Dios vio un propósito. Cuando quiso pelear con el gigante, Saúl dijo:
"Es solo un niño", pero Dios vio ese niño y puso valentía en él para hacer lo que el ejército israelita  completo
no pudo hacer; pelear y derrotar a un gigante filisteo.
Podemos ver a nuestro niño o adolescente que no limpia su cuarto; Dios ve un matador de gigantes en Su
reino. Nosotros vemos la semilla; Dios ve un fuerte árbol que brota de esa pequeña semilla. Dios siempre
ve el potencial dentro del niño.  Él ve los sueños que puso dengtro de ellos.
Pero un niño necesita dirección y guía. Contrario a lo que cree nuestra sociedad de que los hijos
pequeños deben hacer sus propias decisiones, la Biblia dice claramente que el muchacho consentido
avergonzará a su madre (véase Pr. 29:15).  Los hijos no nacen con auto control y sabiduría; tienen
que enseñarse.
¿De quién es la responsabilidad de entrenar a estos pequeños matadores de gigantes? ¿Un
experto en crianza de niños?  ¿Alguien con experiencia? NO! generalmente! ni siquiera Dios mismo
toma la responsabilidad de la crianza de los hijos.  Él pone esto en las manos de los padres.  Ustedes
son! Él los ha escogido para esta increíble tarea.
La crianza implica instruir e inspeccionar lo que ha instruido.  Esto significa construir y moldear el
corazón y la conciencia de uin niño.  Usted hace que él haga lo qu eno quiere hacer y le enseña la
razón moral por lo qu elo hace.  Está formando su carácter moral; esto requiere tiempo, trabajo,
sacrificio y persistencia.  Es un proceso que no ocurre en el lapso de una noche.  ¿Ve a su hijo como una
interrupción en su horario o como una inversión en su vida?
Madre amada:  puede que esté exhausta de alimentar a un niño llorón en medio de la noche o aburrida por
los aspectos terrenales de sus días llenos de pañales.  Puede que esté golpeada o abrumada por el desafío
constante de su hijo a su autoridad.  Pero recuerde, Dios ve su sacrificio y Él la recompensará. Dios la
escogió a ustred y no a aotro para educar a su pequeño.  Ore y crea las Escrituras en cuanto a él.
No se desaliente por lo que ve desde fuera.  Mire a su hijo a través de los ojos de la fe. Pida la visión de Dios
para su hijo, para qu epueda ver su propósito; para lo que nació.  Disfrute cada etapa de la maternidad
desde mecer a un recuién nacido suave y oloroso hasta hacer una conexión de corazón con un precioso
adolescente.  Use su valentía, energía, tiempo y educación e inviértalos en su propiedad más valiosa
no sus posesiones, no su carrera, sino el regalo y recompensa que Dios le ha dado, su hijo.
Al final los frutos de su trabajo se verán y ustred recibirá alabanza.

Katie Luce

Dios te bendiga mujer y haga resplandecer Su rostro sobre ti
Sature tu corazón de paz, gozo y de Su perfecto amor.
En su amor,
 

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