El Señor es mi Pastor, nada me faltará
El Rey David cuando hizo el salmo 23 se inspiró en su propia experiencia.
Él desempeñó la labor de pastor de las ovejas de su padre cuando
fue muy joven, y adquirió todo el conocimiento que después iba a ocupar
cuando fuere rey. Él veía al pueblo de Israel como un rebaño de ovejas,
guiadas por el gran Pastor llamado “Jehová”.
Las palabras “El Señor es mi Pastor, nada me faltará” traen en si
mismas, una promesa, una realidad que solamente aceptamos o rechazamos.
Se nos promete que nada nos faltará porque Él nos pastorea.
Él hace su trabajo de Pastor, todos los días. Nos cuida de peligros,
nos guía por los mejores caminos, nos fortalece, nos ama, y cuando
fallamos nos disciplina.
Que te hará falta?, NADA si dejamos que el buen Pastor
nos guíe y los cuide. ¿Y que de las necesidades que debemos
suplir y no tenemos como?, confiando en que Él hará algo
realmente asombroso para cumplir con su promesa. Si estás pasando
por esto hoy, en que necesitas un milagro de parte de Él,
espera en Él y Él lo hará.
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre;
y pongo mi vida por las ovejas.” Juan 10:14 y 15.
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