Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es quien perdona todas tus iniquidades,
el que sana todas tus dolencias;
El que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores y misericordias;
El que sacia de bien tu boca
de modo que te rejuvenezcas como el águila.