Más allá de las sombras
Alzaré mis ojos a los montes. .... Mi socorro viene de Jehová. (Salmo 121:1, 2)
Me encanta la vista de las Rocosas desde Denver. En primer término están los contrafuertes, y detrás se alzan los altos montes. En un día claro se pueden ver el Pico Long, el Monte Evans, y otros con altitudes de 4,300 metros, con las cumbres cubiertas de nieve.
Una mañana temprano, mientras miraba a los montes hacia el oeste, vi un espectáculo que me llenó de maravilla. Por causa de una capa de nubes bajas y grises, los contrafuertes yacían bajo pesadas sombras. Probablemente estaba nevando. Los contrafuertes se presentaban oscuros y amenazadores, suficiente para desalentar a cualquier potencial viajero. Pero más allá de ellos, los picos blancos, coronados de nieves, resplandecían bajo el sol. Parecían decir: “Una vez hayas pasado a través de las sombras, todo estará bien.”
Mientras miraba aquel espectáculo, pensé cuánto se parecía a nuestro viaje espiritual. Somos peregrinos siguiendo a Cristo. Más allá de nosotros puede que sólo podamos ver las sombras de los contrafuertes de las dificultades, las enfermedades, las frustraciones y las tribulaciones. El camino parece amenazador y difícil. Pero luego levantamos nuestra mirada más a lo alto. Ahí, resplandeciendo en la lejanía bajo el sol, están las gloriosas cimas de las promesas de Dios.
¿Dónde estás ahora mismo? ¿En tenebrosos contrafuertes, bajos las nubes oscuras? No desesperes. Sigue hacia arriba. Las cumbres soleadas se encuentras justo detrás.
Pensamiento: Para ver más allá de las sombras de la tierra, mira a la luz, que es Cristo.
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