Dios escucha sus oraciones
La mujer lloró de rodillas en la sala de estar, aprovechando la soledad del lugar.- Era pasada la medianoche y su esposo no llegaba. Nada nuevo, por el contrario, cosa de todos los días. Era alcohólico. Sentía que Dios no la escuchaba en su clamor.
"¿Cuándo le permitirás a José abandonar la bebida?", repetía en medio de la desesperación. Sus dos pequeños hijos dormían. Ella hubiera querido hacer lo mismo, pero la acumulación de sentimientos encontrados no se lo permitía.
Varias veces, en la penumbra y mientras meditaba en su situación, a la que ya consideraba un problema bastante serio, pensó en el divorcio.
Aquella noche se lo dijo a Dios. Fue franca. No se guardó nada en el corazón. Le dijo lo que pensaba. "Dime si es hora de separarme", rogaba en medio del llanto.
No fue allí mismo ni aquél día que se produjo la respuesta de Dios. Aún cuando pensaba que no la escuchaba, no era así. El Señor estaba al tanto de su petición. Semana y media después, a través de un compañero de trabajo, su esposo tuvo una experiencia personal y transformadora con el Señor Jesucristo.
El amado Dios de gloria y de poder respondió. Obró un milagro en su matrimonio. Por supuesto, fue necesario aplicar ajustes, pero a la postre rindieron excelentes resultados.
Dios trae fortaleza a nuestro ser
Parece curioso pero es justo cuando sentimos que volveremos atrás, que estamos solos, cuando Dios responde. No es así en todas los casos, por supuesto, pero sí se produce con frecuencia.
Las Escrituras nos ofrecen una respuesta a la razón de por qué ocurre ese fenómeno especial en el que viene una respuesta del Señor cuando estamos a punto de desfallecer: "Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor." (Isaías 40:29. Versión Popular).
Es probable que esté atravesando una situación muy difícil. Incluso quizá ha pensado renunciar a su propósito. Piensa que Dios no escucha sus oraciones. Está equivocado. El amado Padre no solamente sí le oye sino que además, liberará poder sobre su existencia para atender su petición. No renuncie ahora. La respuesta llegará...
Ps. Fernando Alexis Jiménez-
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