La Resurrección del Señor
La pascua celebra la resurrección de Jesucristo, victorioso sobre la muerte. Su victoria es nuestra victoria. Verdad fundamental de la fe cristiana. Un canto pascual a esta fiesta la llama "La reina de todas la estaciones," "día esplendoroso," "la fiesta regia de todas las fiestas". Éste es el día que hizo el Señor. La Iglesia se reúne felizmente cansada después de la intensidad de la Vigilia Pascual. El Padre nos recibe en casa, como al hijo pródigo, nos agasaja con un banquete y nos da una túnica nueva.
Según San León Magno, Jesús se apresuró a resucitar cuanto antes porque tenía prisa en consolar a su Madre y a los discípulos
(Sermón 71, 2).
Ya han pasado los 40 días del ayuno cuaresmal. Hoy comenzamos "los Cincuenta Días de la Pascua," siete semanas más un día–una "semana de semanas" desde ahora hasta la fiesta de Pentecostés. En estos cincuenta días nuestro Señor resucitado nos dirige hacia el sol de la primavera. Nuestro maravilloso Jardinero planta su cruz entre nosotros como nuevo árbol de la vida. Nuestro Buen Pastor nos conduce a los pasos floridos del paraíso.
Los huevos de Pascua
Tradición de la iglesia de oriente. Los huevos son símbolo de la tumba, que con la resurrección de Cristo ha sido rota como cáscara de huevo. Sus colores de arco iris nos recuerdan la alianza que Dios hizo con Noé y la promesa de Dios a todas las criaturas sobre la tierra. Son colores festivos. La búsqueda de huevos es el modo acostumbrado de celebrar a las mujeres que llegaron a la tumba para embalsamar el cuerpo del Señor. El ángel brillante en sus vestiduras les preguntó: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? ¡Cristo ha resucitado!"