Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

♣♣ Postales Manantial de Agua Viva ♣♣
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Postales Biblicas 
 Deja Post.Biblicas 
 FondosByMaritza 
 FondosByFanny 
 
 
  Herramientas
 
Meditaciòn Diaria: EL ORIGEN DE LOS CIELOS Y LA ENVIDIA
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: sonadora55  (Mensaje original) Enviado: 08/04/2010 04:07

rostroconfloresmoradasymask.jpg picture by sonadora54

 

 

arx1216745987v.gif picture by ROSA_SALVAJE

 

 

 

El origen de los celos y la envidia

 

 

 

17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.(A)

    18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.     19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

    20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

    21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 5:17-21

 

 

Muy probablemente, alguna vez en su vida usted ha sido tomado desprevenido por un ataque de celos. ¿Fue un ataque espiritual? ¿Satanás le hizo sentir celos?

La respuesta, que puede sorprenderle, es no. La envidia realmente surge de nuestro interior, aunque podemos tratar de desviar la culpa. Por ejemplo, podemos decir: “Bueno, esas personas no merecen esas cosas buenas y por eso está perfectamente justiciado que me sienta de esta manera”.

¿Ve usted lo que realmente está pasando aquí? No sólo estamos siendo envidiosos, sino que también estamos diciendo que la culpable de nuestra envidia es la otra persona. Eso, simplemente, no es verdad. Somos ciento por ciento responsables por nuestros sentimientos de envidia y celos.

La envidia es un producto de la carne. Está en la Biblia entre pecados tales como la idolatría, la fornicación, las borracheras y la hechicería, pecados que están contra nuestro santo Dios, y que son descritos como “carnales, animales y diabólicos” (Gá 5.17-21; Stg 3.15).

Los sentimientos de celos y envidia pueden llevarnos a una comparación inconveniente de nuestros éxitos con los de otros. Esta conducta puede convertirse en una competencia por eclipsar a los demás, lo cual puede llevar a un temor y un resentimiento totales. ¡Qué manera tan horrible de vivir!

Aunque los celos y la envidia son sentimientos frecuentes, éstos no tienen cabida en la vida de un creyente. Por eso, cada uno de nosotros debe tratar de ver objetivamente la motivación que hay en su corazón. ¿Siente inquietud hoy por una actitud de celos o envidia? Deposite sinceramente estos sentimientos delante del Señor, y pídale que le limpie de esta actitud pecaminosa.

 

 

arx1216745987v.gif picture by ROSA_SALVAJE

 

 

1217.gif image by sonadora54
 

 



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: ♣♣ daniela ♠♠ Enviado: 08/04/2010 17:20
Aunque los celos y la envidia son sentimientos frecuentes, éstos no tienen cabida en la vida de un creyente. Por eso, cada uno de nosotros debe tratar de ver objetivamente la motivación que hay en su corazón.
 
asi e fanny, pienso que esto seca los huesos. y  te hace una persona totalmente infeliz


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados