CADA MAÑANA
Cada mañana, al mirar por la ventana
de mi vida, mi alma y mi corazón,
no puedo hacer otra cosa, que dar las gracias
a Aquel que toma, de mi vida el control.
Pues de otra forma, yo nunca, nunca lograra
gozar de una linda y estrecha relación,
con Aquel que mi vida, tanto, tanto amara,
que su sangre, en cruz derramara, por amor.
Por amor a mí, que hace tiempo despreciaba
cualquier cosa que no exaltara a mi yo,
y que no atendiese a mis sabias palabras
y que no escuchara mis dotes de orador.
Cada mañana, al mirar por la ventana
de esta vida que ha lavado mi Señor,
que con paciencia y amor regenerara,
trayendo a mi alma, la hermosa salvación.
Mis ojos brillan, pues derrama tanta Gracia
que cada día se llenan del resplandor,
que desde el cielo, por la ventana entrara
a mi vida, mi alma y mi corazón.
Cada mañana, al abrir esta ventana
Me lleno de su presencia,
Me inundo de su calor.
Autor: Antonio Torres Villén