La alegría de Lía
Sale de casa Lía
con la sonrisa puesta,
armada de alegría
y vestida de fiesta.
Al volver una esquina
-como con un hechizo-
su alegría ilumina
el cielo gris plomizo.
Cuelga en los corazones
risueñas campanillas
y alfombra los rincones
de flores amarillas.
Su alegría que vuela,
igual que un gorrión,
y hace que el aire huela
a menta y a limón.
Consigue cualquier cosa
en menos de un segundo.
Arma tan poderosa
puede cambiar el mundo.
La alegría de Lía
que, como un girasol,
por triste que esté el día,
encuentra siempre el sol.
Te hace su cascabel,
en un mágico encuentro,
caricias en la piel
y cosquillas por dentro.
Su alegría radiante
que vuelve, ya lo ves,
-y sólo en un instante-
la vida del revés.
Va por la vida Lía
con la sonrisa puesta.
Derramando alegría,
viste el mundo de fiesta.
(Carmen Gil |