“Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada,
si no le fuere dado del cielo” Juan 3:27
Estas son las palabras pronunciadas por Juan el Bautista.
Él era un hombre que tenía una íntima relación,
y por lo tanto, un gran conocimiento de Dios.
Al leerlas encontramos un pensamiento de una gran profundidad
y es bueno que nos detengamos a meditarlas.
Nos dice que el hombre no puede esperar recibir nada bueno,
porque de eso se trata, sino le es dado por la misma mano de Dios.
Porque lo importante es que lo recibido sea precisamente algo bueno.
Y la razón de esto es que nadie mejor que nuestro Creador
para saber lo que necesitamos.
Así como un padre terrenal conoce mejor que el hijo lo que le ha de ser beneficioso,
así lo sabe Dios.
Y no solo esto nos dice Juan, sino que,
deducimos del texto leído, que es inútil esperar fuera de Dios,
porque, como bien dice Jesucristo,
separados de Él nada podemos hacer. Y eso explica el estado espiritual del mundo de hoy.
Ahora entendemos la razón de tanta insatisfacción en el corazón humano,
tanto vacío interior.
Y, como lógico e inevitable resultado,
tanta locura y desvarío.
Así, la droga, el alcohol, la pornografía, la violencia familiar y socia
l son solo algunos de los síntomas de esa insatisfacción espiritual.
Esta desesperada búsqueda del sentido de la vida
y de una felicidad inalcanzable,
se debe a que el hombre no lo busca a Dios.
Quien, como bien lo dice Juan, es el único capaz de llenar ese vacío interior.
By Maritza
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