(El apóstol Juan escribió:)
No tengo yo mayor gozo que este,
el oír que mis hijos andan en la verdad.
3 Juan 4.
En otro tiempo erais tinieblas,
mas ahora sois luz en el Señor;
andad como hijos de luz
(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad,
justicia y verdad).
Efesios 5:8-9
Andar en la verdad
A menudo la Escritura emplea un lenguaje metafórico. Habla del “andar” para evocar la conducta. Así se trata de andar en la luz, en el amor y en la verdad.
El andar en la verdad tiene algo en común con el andar físico: se da un paso tras otro. Nuestros días están constituidos por una sucesión de decisiones, palabras y actitudes que pueden ser verdaderas, o por el contrario, pueden estar marcadas por la falsedad y la hipocresía. De opción en opción, de instante en instante, poco a poco se conoce la situación en la cual uno se encuentra, sea en la verdad o en la mentira.
¿Cómo andar en la verdad? No basta leer o citar la Biblia correctamente. Es necesario vivirla en todos los aspectos. Nuestra vida forma un todo a través del cual la verdad debe brillar. ¿Queremos realmente que la verdad, como una plomada, descienda en cada parte de nuestra vida para controlar su orientación? ¿Queremos que suprima todo lo falso o lo injusto?
Entonces, decidamos siempre por el Señor y sus intereses. Él es la luz que examina nuestros actos y palabras. ¿Aprueba lo que hacemos, decimos y pensamos? Nos cuesta reconocer lo que sea hipócrita o sencillamente artificial en nuestra vida. Pero este es el camino de la libertad en el que seremos conducidos por el Espíritu Santo.