Sirve al que lo necesite
Más bienaventurado es dar que recibir (Hechos 20:35)
Mateo 20:28: «Tu actitud debe ser igual a la mía, porque yo, el Mesías,
no vine a ser servido sino a servir »
Servir no debe ser una opción, debe ser una responsabilidad que tenga prioridad
en nuestras vidas. Pero no por imposición, sino por saber que se es mejor persona
cuando se ayuda a los demás. Porque uno crece cuando ayuda al crecimiento
y desarrollo de otros. Porque dar parte de uno mismo es uno de los mejores regalos
que puedes ofrecer.
No te humilla servir, sino que te engrandece. Tu espíritu se eleva y
ante los demás también serás considerado como alguien de ejemplo.
Servir te ayuda a sacar lo mejor de ti. A mantenerte humano y sensible ante el dolor ajeno.
A evitar la pereza, la soberbia y el orgullo. A poder caminar con los pies en la tierra
sabiendo que eres útil.
Alguien dijo que, “el que no sirve, no sirve”. Todos nos necesitamos los unos a los otros.
Nadie es tan rico que no necesite un favor, nadie es tan independiente que no necesite
de la ayuda de otros.
Pon tu corazón al servicio. Da de lo que tengas a manos llenas. Que el amor
cuando se reparte se multiplica y las penas se van restando cuando logramos
ver que hay otros que en verdad están pasando por situaciones peores
que muchas de las nuestras.
Dios te diseñó para que hicieras una diferencia con tu vida.
Fuiste creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela.
Dios quiere que le des algo a cambio. Creado para servir a Dios
La Biblia dice: “Dios nos creó para una vida de buenas obras, las cuales
ha preparado para nosotros”. Esas “buenas obras” son tu servicio.
Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a Dios
y cumpliendo uno de tus propósitos.
La única manera de servir a Dios es sirviendo a los demás.
Sirves a Dios en tu servicio a los demás
“Siempre que puedas, haz todo lo bueno que puedas, por todos los medios
que puedas, de todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas,
en todo momento que puedas, a toda la gente que puedas”. (John Wesley)
Proponte hacer algo por los demás.
Pudiera parecer insignificante, pero créeme
que lograrás hacer la diferencia con tu empeño
y dedicación. Seguramente hoy alguien
necesitando de tu ayuda, no se la niegas,
extiende tus brazos y sirve.
* Te agradecería compartieras con tus amigos esta reflexión. Con el mayor de mis respetos.
Saludos y Dios los Bendiga. *
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