Cuando
Dios nos habla, no deja dudas que nadie pueda cambiar, ni loque Dios ha
dicho, ni el propósito de Dios, ni el método de Dios, ni la persona.
Dios habló con Moisés. Era tan claro, que los sucesos duros que iban a
acontecer, iban a darle paz a Moisés, de que realmente Dios lo había
elegido para librar a Su Pueblo.
¿Qué
habrá pasado, cuando Dios le habló?. Quizás Moisés lo comentó con sus
allegados o su familia, quizás ellos cuestionaron la elección de Dios.
¿Pensarían ellos porqué a Moisés?, él es tartamudo, nunca ejerció el
liderazgo, es jóven todavía, hay otros con mejores capacidades. Moisés,
quién te va a apoyar, no te metas, que lo hagan otros, vas a tener
problemas, éste es un pueblo muy rebelde y cuando quieras corregirlos,
vas a quedar mal con mucha gente.
Moisés
no tienes los recursos, y cuantas cosas más le habrán dicho a Moisés.
Pero La Voz fue clara…“Yo te he puesto”…y si El te colocó, nadie podré
sacarte sin pagar las consecuencias, no le dá una descripción de
trabajo, el único requisito es obediencia. Y luego la voz de Dios
continúa… “Yo te he puesto…para mostrar en ti, Mi Poder”.
¿Escuchaste
bien Moisés?… “Yo lo voy a mostrar”…tú no tienes que mostrar nada, yo
lo voy a hacer. Cuantas veces aún en la vida cristiana, vivimos del
mostrar, de la imagen, de la apariencia, olvidándonos que el que debe
mostrar es El, pues El dice: “Voy a mostrar en tí Mi Poder”. Es Su Poder
el que va a actuar, no el nuestro.
El
lo va a hacer a Su manera, tal vez inexplicable para nosotros, pero El
lo va a hacer. No pretendamos explicar lo que no entendemos. Sólo El
puede hacerlo, pues el propósito es que “Su Nombre sea anunciado en toda
la tierra”. ¡Qué privilegio, El nos eligió y nos ha puesto para mostrar
en nosotros Su Poder, para que Su Nombre sea anunciado en toda la
tierra!. ¡Gracias Señor por usarnos para tu Gloria!.
¡Señor ayúdame a ser obediente a tu deseo de usarme!
“Y a la verdad, yo te he puesto, para mostrar en tí, Mi Poder y para que Mi Nombre sea anunciado en toda la tierra” Exodo 9:16