Todas las tradiciones que practiques por ignorancia, te alejan de Dios, aunque creas que te acercan.
El Ser Humano camina buscando algo que perdió interiormente y aunque no lo expresa literalmente, lo siente. Algunos de una manera permanente, otros de una manera esporádica, pero la sensación de que falta algo, la sensación de haber luchado en vano, la sensaciones de que al final las cosas no tienen sentido, en algún momento de la vida aparece. Por eso es muy importante, que en este día tu interior vuelva a reconectarse con el lugar del que saliste, con la eternidad, con el Reino, con El creador de todas las cosas. El gran problema que hemos tenido y que nos ha desconectado de la eternidad, de nuestro verdadero Origen ha sido La Ignorancia.
El mayor enemigo del Ser Humano, no ha sido el diablo, el pecado, el mayor enemigo ha sido y es la IGNORANCIA. Porque cuanto más ignoremos, más esclavos seremos de lo que ignoramos.
Cuendo no entendemos bien el evangelio, no nos funciona y automáticamente los religiosos, llámense, católicos, evangélicos, testigos de Jehová, mormones, etc. Forman tradiciones, con la necesidad de querer acercarse a Dios por medio de ellas.
Sin embargo Jesús dijo en Marcos 7:13 (RV), “invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.”
Versión (PDT) dice: “Con esas palabras y otras enseñanzas están demostrando que sus propias tradiciones son más importantes que lo que Dios pide.
Todas las tradiciones que practiques por ignorancia, te alejan de Dios, aunque creas que estas más cerca. El diablo a utilizado la ignorancia para destruir la vida de muchas personas, y una de las peores ignorancias que ha metido es creer que ha Dios no se lo necesita para vivir y solo cuando estoy mal es cuando puedo acudir o echarle la culpa por todo.
Hay que volver a conectarse con la eternidad, con el verdadero origen.
Génesis 1:1-4 dice: “En “el” principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.”
El versículo 1 en su traducción del hebreo no es correcto. El manuscrito hebreo, no tiene el articulo, la palabra “el” en esa frase. Pusieron ese “el” para que pudiéramos comprender mejor y fácilmente, pero esa palabra cambia el sentido del versículo. El original dice: “En principio Dios creo los cielos y la tierra…” No existe ese “el”, porque cuando ponemos “el” en esa frase, estamos dando referencia a un tiempo o lugar.
“Dios se reusa a que ignoremos esto, porque el versículo con ese “el” te da a entender que Dios comenzó con el principio.
Pero Dios dice: “No, Yo no comencé cuando el principio comenzó, YO COMENCE EL PRINCIPIO” Observe: Dios no comenzó con el principio, sino que el dio comienzo al principio. PORQUE EL ES ANTES DEL PRINCIPIO, ES ANTES DEL GENESIS. Y NOSOTROS ESTABAMOS CON EL.
“Digamos, que antes de que todo fuera, Dios es”
Juan 1:1-5dice (LEER) Todo fue creado para Él y por Él, quiere decir que Dios ya estaba. Y por eso Jesús tuvo que venir a la tierra, para recuperar lo que era de Él.
En génesis 1:2 dice: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…”
Aquí hay tres problemas, 1* desorden, significa sin un orden formal, 2* Vacío, significa Caos o confusión, 3* tinieblas, en el lenguaje hebreo significa Ignorancia o ausencia de propósito.
Enseñanza: la ignorancia, te quita el orden formal en tu relación con Dios, desconectándote de la eternidad, para que carezcas de propósito, a causa de ignorar tu llamado. Reciba esto: “Por eso nosotros, la humanidad, debe conectarse con la eternidad, que es el lugar que estábamos antes de estar acá” “porque interiormente conectados al Reino de donde salimos, la manifestación natural será evidente”
Jesús dijo en Juan, “La gloria que me diste…” El venia de esa gloria y aun estando en la tierra, vivió deseando esa gloria. Porque esa gloria es nada mas ni nada menos que, lo que dice Eclesiastés 3, “Dios puso eternidad en el corazón del hombre” Es hora de volver a conectarse con la eternidad... el lugar de donde salimos y hacia donde vamos
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