En ocasiones permitimos que nuestro alrededor nos haga olvidar lo fácil que es vivir, y con tantas tareas diarias nos olvidamos de invertir en lo que realmente sacia.
Dios seguramente proveerá para todas nuestras necesidades, mas no para nuestras vanidades. La computadora más moderna, el teléfono de moda, ese traje cosmopolitan, y el auto último modelo en ocasiones solo tienen el papel de distractores. Pues, ¿Para qué tanto juntar y tantos años vivir, si nuestra alma no se sacia de bien?
“Aunque el hombre engendre cien hijos, viva muchos años y los días de su edad sean numerosos, si su alma no se sació del bien, y además careció de sepultura, digo que más vale un abortivo.” Eclesiastés 6-3
Ahora, no me malentiendas, no hay nada de malo en que Dios te prospere y puedas tener todas las peticiones de tu corazón, lo malo es cuando al tratar de conseguir aquello que deseas, le haces tú dueño. Llámese dinero, bienes, fama, prestigio etc. Y esto, se convierte en tu motor.
Lo más valioso que tiene el hombre debajo del sol es su tiempo, y lo mejor que puede hacer con el es invertirlo en lo que realmente sacia. Para qué vivir para apilar bienes, cuando se puede vivir para gozarnos en aquello que está reservado para los que tememos a Dios:
“¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras! Que sean siempre blancos tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos. Goza de la vida con la mujer amada cada día de la fugaz existencia que Dios te ha dado en este mundo”. Eclesiastés 9:7-9
la palabra de Dios dice que dónde está tu tesoro ahí está tu corazón, y yo te digo esto:
“En lo que inviertes tu tiempo, eso es lo que eres.”
¿Dedicas tu tiempo a saciar tu alma del pan de vida, o has convertido a algo más que no es Dios en el dueño de tu vida? ¿Inviertes tus horas en saciar tu alma buscando el agrado de Dios, o haciendo crecer una granja virtual en la red social? , ¿Te apasiona llegar a casa después de trabajar para escuchar la voz de Dios, o tu pasión es entregarle unas horas más de vida a ese programa que poco a poco te ha esclavizado?
Tal vez has estado buscando saciar tu alma con lo que jamás te saciarás, tal vez te has desviado del propósito divino en la búsqueda de lo que comenzó como un anhelo de tu corazón y se convirtió en tu prisión.
YO SOY EL PAN DE VIDA.
Dijo Cristo y es lo que tenemos que ofrecerle al pueblo de Dios, la vida de Jesús, pero hoy en día lo único que le ofrecemos en muchos lugares no es el pan de vida, sino EL PAN INMUNDO!!.
Hoy te invito a examinar en qué inviertes tu tiempo, ¿Estás edificando o desperdiciando tu vida?,
¿Estás persiguiendo lo que es vano, o saciándote de vida con lo eterno?
“Yo soy el pan de vida declaró Jesús. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.”
Juan 6: 35
Conocer el grado del amor con el que Jesús Cristo nos ama nos debería hacer quererle de tal forma que quedase reflejado en nuestras actitudes, nuestra conducta y nuestro compromiso.La madurez espiritual se demuestra cuando sabemos activar nuestro conocimiento espiritual
SEÑOR Bendice NUESTRA CASITA Y Todo Aquel Que Esta leyendo Este Mensaje y su familia.
No olvides sonreír !!!..
* Te agradecería compartieras con tus amistades esta reflexión.
Con el mayor de mis respetos. Saludos y Dios los Bendiga. *