Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad” Salmo 37:3
En este salmo escrito por David hallamos un alentador mensaje de parte de Dios para nuestras vidas. El salmista apela a su propia experiencia para, con toda autoridad, animarnos a depositar toda nuestra confianza en El Todopoderoso. Pero no solo es esta una exhortación al confiar sino, además, un mandato a hacer el bien. Una de las grandes luchas de las personas buenas es ver como los injustos, los que transgreden las reglas, los que andan por el carril izquierdo de la vida, gozan de una aparente ventaja y prosperidad, por sobre los que sí cumplen las normas. Puede que esta percepción tenga visos de realidad, pero ¿Qué es lo que piensa Dios sobre el asunto? En La Biblia encontramos infinidad de pasajes en donde Dios fija una posición clara sobre la diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo justo y lo injusto, entre el orden y la anarquía y entre la obediencia y la desobediencia. Y al Creador la única manera de agradarle es haciendo el bien ante sus ojos. Según lo que David nos dice, vivir de acuerdo a la ley de Dios permite al ser humano disfrutar de todo lo bueno y maravilloso que Él le concede.
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