ESPERA EN EL POZO DE LA
DESESPERACION
Por Dr. Jose Luis Gonzalez
Miami Fl. USA
“Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor, y me hizo sacar del pozo de la desesperación?
(Salmo 40:1-2)
“Pacientemente esperé? Oh, frase que parece tan incierta cuando las brasas del horno queman el alma, pero tan poderosa que resulta ser, cuando vemos la mano de Dios, ayudándonos en las profundas aflicciones.
Cuando vá pasando el tiempo, y la cobertura de la espera se vé disipada por los pensamientos y palabras que nuevamente contra-atacan al alma sedienta, al murmurarle:
“Necio, tu Dios no hace nada por tí, mira a tu alrededor, nada ha cambiado a tu favor y los problemas se han multiplicado. Mientras tú esperas, Dios está muy tranquilo en su trono, y tus oraciones se han perdido entre los archivos empolvados del cielo"
En ese momento, ya resulta muy dificil esperar, porque las aguas del pozo de la desesperación suben de nivel, de tal forma que un día equivale a diez días, y hasta el mínimo ataque es un fuerte proyectil en tu contra.
Te duele la vida, te lastima el aire y las flores se volvieron grises ante tu mirada.
Si tu pensabas abandonar la espera, para hacer algo por tu cuenta, ¡Détente! ¡Espera! porque algo muy cierto es que, en ese nivel, la espera vale mucho más de lo que te imaginas, esperar en Dios hará mucho más por tí, que lo que tu pudieses hacer con todo un ejército junto.
Dios recompensará tu espera, se inclinará a ti y te sacará del pozo de la desesperación.