Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Jeremías 10:17
A veces pensamos que tantas cosas tristes que pasan en nuestra tierra se deben al castigo de Dios, que Dios esta enojado con alguien y muchos hasta creen que Dios no perdona el pecado y que por eso quiere destruirnos poco a poco; pero nada de lo anterior es verdad, Dios no tiene la culpa de lo que está sucediendo en la tierra y su naturaleza es de amor, misericordia, ley y orden, todo lo contrario al caos que parece reinar en el mundo. Los seres humanos siempre estamos cuestionándonos acerca del porqué de las cosas y buscando explicaciones al origen de los problemas del mundo, esto fue lo que encontré:
Cada día vemos mas y mas catástrofes, terremotos, temblores, tsunamis inundaciones, huracanes y tornados y casi todos estos fenómenos son ocasionados por el cambio climático en el mundo, también llamado El Calentamiento Global, cuyo principal causante son las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes del sector Industrial y Automotor; por otro lado vemos en el mundo el aumento de la violencia, la pobreza, la injusticia, los crímenes, descomposición social, crueldad e insensibilidad humana, amenazas de bombas atómicas, ambición desmedida del mundo y su desmedido amor al dinero y finalmente, encontramos a Dios, sentado en Su trono en los cielos, contemplando su creación, la tierra y a sus hijos los humanos y a Su iglesia.
Entonces nos preguntamos ¿Qué hacen El Gobierno, Políticos y Religiosos, para solucionar todos los problemas del mundo? La respuesta es que hacen absolutamente todo lo humanamente posible, lo que esté al alcance de sus posibilidades para implementar soluciones que al final no son perfectas por efectos de la corrupción y la ambición desmedida de muchos; el mundo no va a cambiar y muy a pesar nuestro seguirá habiendo pobreza, violencia, hambre, catástrofes, etc. Es decir, por doquier vemos destrucción y mas destrucción, tanto en la tierra como en el factor humano y todo lo que hacen las naciones, instituciones y gobiernos, es tratar de combatir los resultados y no buscar el origen; el origen de todos los males del mundo es el pecado y mientras éste exista, el mundo seguirá su rumbo hacia su destrucción y muerte. Veamos lo que dice La Palabra de Dios, al respecto:
La paga del pecado es la muerte y aunque se vista bonito y se perfume, éste seguirá siendo pecado y hay que reconocerlo como tal, sin disfraces, justificaciones, disculpas o tratando de convencerse de teorías que se levantan en contra de la Verdad de Dios.
Porque el hombre quiere hacerlo solo sin Dios, como si el hombre se hubiera creado a si mismo y a la tierra, no se debe a nadie, solo a si mismo; el hombre solo sin Dios no es nada, cree que es dueño su cuerpo y su vida y se limita a vivir, gozar y enriquecerse, como si fuera inmortal, sin pensar que un día su cuerpo será destruido, sin importar absolutamente nada mas, sin principios, sin ley, sin temor, sin Dios.
Porque se atacan los problemas y No las Causas. Yo personalmente estoy convencida que esta es la razón por la cual Jesús dijo que siempre tendríamos pobres en la tierra, no porque no se doliera de ellos, porque para un Judío, ayudar a sus hermanos pobres es parte de La Ley y debe cumplirse; sino porque El sabia que la pobreza y todos los males de este mundo, son solo una consecuencia de los malos manejos, de la ambición de otros, de la falta de oportunidades, de la injusticia, etc. Todos estos males que aquejan a la humanidad son consecuencias, no son la causa; si queremos combatir un problema, hay que encontrar la causa, por eso la medicina tradicional en gran parte ha fracasado, porque se enfocan en el síntoma y no en el origen.
Porque El ser humano Es Trascendente. Fue creado a la imagen y semejanza de Dios, quien con sus manos nos formó, (tiene un cuerpo) piensa (tiene mente) y siente (tiene corazón) y finalmente, nos insufló aliento de vida (Es Espíritu). El ser humano fue creado también con un cuerpo, una mente o alma y un espíritu y es a través de la nueva vida en Cristo que tenemos Vida (aunque antes también estábamos muertos) tenemos la esperanza de la resurrección y de una nueva Vida en compañía de Jesús, mas allá de la muerte; a esto se le llama trascendencia, porque va mas allá de la vida que conocemos en la tierra, porque la vida no se termina cuando nos morimos y porque es esta vida la que falta al mundo, es este espíritu, el que hace la diferencia, el Sí se puede. Cuidemos pues nuestro cuerpo, porque es El Templo, nuestra mente porque tenemos la mente de Cristo y nuestro corazón porque de el mana la vida.
Conocemos que el origen de los males del mundo es el pecado, pero aun no contestamos la pregunta ¿De dónde salen todos los males del mundo? No es del mundo, pues si contemplas la tierra, desde cualquier lugar, ésta es hermosa, es un verdadero paraíso, llena de hermosas fuentes de aguas, ríos, arboles, frutos, flores, aire, hermosas especies de animales, por lo que es imposible que los problemas nazcan de la tierra, entonces cambiemos nuestra mirada hacia ¿Quien en la tierra? Estoy segura que ya lo sabes: El hombre y concretamente del corazón del hombre; de allí sale lo malo, el pecado, la desobediencia, la ambición, el odio, la explotación, la vanidad, el orgullo, toda la inmundicia humana, la crueldad, la rabia, la venganza, todos nacen en el corazón del hombre. (Mt: 15:19) Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Como conclusión, no podremos cambiar el mundo,(Jesucristo no lo hizo), pero si podemos cambiar nosotros, cada uno a nivel individual y ayudar a transformar una vida cuando permitimos que Jesús toque su corazón y entonces podemos lograr un cambio, en nuestra vida, en nuestra familia y en el mundo; nosotros el pueblo de Dios estamos llamados a eso, a cambiar nuestra vida, a circuncidar nuestro corazón, a permitir a Cristo entrar a nuestro corazón, pues El vino para eso, para impactar el mundo, para mostrarnos el camino, para mostrarnos la verdad y la reconciliarnos como hijos con El Padre.
Si existe algún cambio que haya que hacer en cualquier corazón, solo Cristo puede hacerlo, de hecho Dios puede cambiar muchos corazones a través de la fe, oración, devoción y fidelidad. Observa cualquier situación y vas a constatar que ésta es una verdad Bíblica irrefutable; si quieres que alguien cambie, la pregunta que debes hacerte ¿Como llegar a su corazón? Por eso, Jesús escogió nuestro corazón como la puerta de entrada para aceptar la nueva vida que El tiene preparados para nosotros. No podemos cambiar al mundo, pero si podemos cambiar nuestro corazón y enseñarles a otros como cambiar sus vidas; si todos los hijos de Dios estamos unidos en oración por la vida en nuestro planeta, El si puede salvar esta tierra.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.
Proverbios 4:23
por Hefzi-ba Palomino
Escrito para www.devocionaldiario.com