"Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oir la voz de su alabanza. El es quien preservo la vida a nuestra alma, y no permitio que nuestros pies resbalasen. Porque Tu nos probaste, oh Dios; nos ensayaste como se afina la plata."
( Salmo 66: 8-10 )
Nos ha sucedido a todos, que cuando vamos a ver alguna pelicula, ya sea en casa o en los teatros de la ciudad, ya tengamos conocimiento de ella, y en algunos casos, hasta sabemos el final. Por esa razon, aunque estemos sufiendo de diversas emociones, durante vemos el desarrollo del filme, siempre estamos seguros de que el final tendra un desenlace que ya conocemos, y si se trata de un argumento con un final feliz, con mas razon, estaremos viendo, mas confiadamente.
El pasaje Biblico citado, es asi, como la pelicula que nos hayan narrado antes de verla, porque nos dice que Dios nos ensayara como se afina la plata, pero que al final, preservara nuestra vida.
Esa promesa debemos de ingresarla a nuestra alma, en lo mas profundo de nuestro corazon, para que Dios se tome el tiempo necesario en ese ensayo que El tiene que hacer con nosotros.
Aqui hay esperanza, para la mujer que ha quedado sola, abandonada por el esposo, con sus pequeños hijos; tambien para la que es golpeada y traicionada; tambien hay esperanza para el que se siente terriblemente acorralado por las agobiantes tormentas de la pobreza y las deudas; recibe aliento del cielo aquel que ve todas las puertas y los caminos cerrados; el que se siente solo y menospreciado; los traicionados y los olvidados.
Que maravilloso es saber, el final de nuestra historia, ya que eso va a generar en nuestros corazones, estas mismas frases:
" Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oir la voz de su alabanza. El es quien preservo la vida a nuestra alma, y no permitio que nuestros pies resbalasen. Porque Tu nos probaste, oh Dios; nos ensayaste como se afina la plata."
( Salmo 66: 8-10 )