¡Si yo no pido tanto! Amor es lo que pido. Briznas de amor para esta sed del mundo, tan grande y tan sumisa. Un diminuto amor, pero constante, que dé su mano al que su mano tienda, que limpie las miradas y los ojos llene de dulcedumbre. Algo de amor en esos corazones que no aman a los niños, que son capaces de cegar a un pájaro, de aplastar las hormigas. Algo de amor; apenas un murmullo de amor en cada pecho de criatura hacia todos los seres, hacia todas las cosas.
¡Si yo no pido tanto! Briznas de amor para esta sed del mundo.
Ana Inés Bonnin Armstrong
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