Atrévete a ser violento
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”
Mateo 11.12
La palabra violencia en este versículo significa forzar, meterse a la fuerza o esforzarse. Notemos que no dice para “entrar” en El Reino sino para “atraparlo”. Es necesario tomar por la fuerza, si es necesario, para arrebatar todo lo que implica el Reino de Dios y sus bendiciones. La expresión “sufre violencia” es indicativo de que no podemos ser pasivos para arrebatar lo que ha sido declarado por Dios en la palabra para su pueblo.
Observemos que la expresión “Sufre violencia” significa que se hace difícil de alcanzar y nos preguntamos ¿Por qué? La razón estriba en que el enemigo de la Iglesia no quiere vernos felices, ni completos, no quiere que prosperemos, no quiere quiere que recibamos todo lo que nuestro Señor ha comprado a precio de sangre para la Iglesia. Y claro está, para poder salir del apuro espiritual recitamos el verso de la Biblia que dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”. Pero quiero que sepas que en el ámbito espiritual se mueven las fuerzas contrarias para que tú y yo estemos en tristeza, en angustias, en crisis, enfermos, en desesperación por cuanto no hemos podido alcanzar ni una pizca de los que Dios nos ha prometido aquí en esta Tierra. Literalmente se nos daña el carro, se rompe la nevera, se enferman los niños, nos botan del trabajo, se acaban los ahorros, se nos acaba la salud ¡es una tragedia tras otra!
Analiza conmigo lo que nos dice el Salmo 27 verso 13 “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes”. Esta porción nos recuerda que la bondad de Jehová la veremos aquí en la Tierra, no tan solo cuando lleguemos al cielo. La Biblia está repleta de grandes promesas para nosotros. Dios no quiere que siempre estemos llorando, ni pidiendo limosnas, tampoco quiere que seamos el hazme-reír del mundo, y mucho menos que nos cojan lastima; no te sigas cogiendo pena, ni pretendas ser la victima que siempre has sido.
Dios te hace un llamado para que tomes tus armas espirituales como nos dice 2 Corintios 10:4 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”. . Por supuesto, para comenzar esta “violencia”, tu vida debe estar a cuentas con Dios; que nuestro acusador no tenga por dónde meterse ni de que acusarnos. Debes asaltar la casa del “hombre fuerte” y coger tu botín; Atalo y saquea sus bienes; hazlo con violencia en el nombre de Jesus.
¡Tu victoria está asegurada en Cristo Jesus!
por Lucy Carmona
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