Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto”
Salmo 27:5
En este salmo David expresa su confianza en el seguro socorro del Señor. Todas las veces que sufrió persecución, amenazas y su vida estuvo en peligro halló en los brasos de amor de Dios la protección necesaria. En la presencia de Jehová se sentía a salvo y a resguardo. Cuando un hijo de Dios clama al Espíritu Santo por ayuda en los momentos de necesidad también puede experimentar el alivio que David disfrutaba. Es en la oración donde somos transportados a las alturas espirituales desde las que podemos mirar con confianza y sin temor todo lo que nos rodea. Podemos comparar al salmista a un niño quien, ante una situación atemorizante, corre raudo a los brasos protectores de su padre.
Y a vos amigo de las mejores palabras, ¿Qué es lo que hoy te atemoriza, qué ocurrió que te ha quitado la paz y el sueño? Te aconsejo que imites la actitud del salmista y pongas tu confianza en el poder del Señor Jesucristo. Acudí confiado a su presencia, contale todo lo que te preocupa y pedile al Espíritu Santo que también te lleve a la roca alta de sus cuidados amorosos. Vas a ver que tu perspectiva de los problemas cambiará radicalmente. En la oración podrás entregarle al Señor el gobierno de todos tus asuntos y disfrutarás de un descanso inigualable
Iglesia Nueva Vida | Av. Cabildo 3546 Pastor Edgardo Eliseiry
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