La Verdadera Paz de Dios
Cada uno de nosotros nos estamos esforzando hacia el objetivo de una vida "exitosa," aún
cuando nuestras definiciones del éxito pueden variar. Muchos de nosotros ponemos nuestro
esfuerzo en obtener más y mejores cosas, alcanzando un estatus más alto o construyendo una
mayor seguridad; otros, se involucran en esfuerzos más "espirituales"
con actividades ministeriales
y proyectos de servicio. Pero la raíz que motiva todos nuestros esfuerzos es la misma:
todos estamos buscando una vida de paz.
Desafortunadamente, el mundo nos capacita para establecer y sobrepasar nuestras metas sin
tomarnos el tiempo para examinar lo que nuestro corazón anhela - todos estamos esforzándonos
por la paz! Ciertamente no me opongo a las metas; pero debemos comprender que alcanzar
cada meta, por si misma, NUNCA trae como resultado la paz.
La falta de paz es, primero y principalmente, el resultado de una condición de pecado. Cuando
Adán y Eva eligieron poner su voluntad por encima de la de Dios, comiendo la fruta prohibida, el
pecado entró en el mundo y la verdadera paz se volvió ilusoria; "El día que de él comas,
ciertamente morirás" (Génesis 2:17). Nunca obtendremos verdadera paz a través de diferentes
gobiernos; tampoco podremos comprar nuestra paz o crear la paz cambiando nuestro alrededor.
La paz comienza con el perdón de nuestros pecados a través de la fe en Jesús y crece mientras
vivimos en sumisión al Espíritu Santo; "La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la
mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz" (Romanos 8:6).
En la carta de Pablo a los Filipenses el dijo que, aquellos que han puesto su fe en Jesús tienen
ahora la formula básica para una vida de paz.
Filipenses 4:4-7
"Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a
todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración
y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús."
Nuestra formula para la Paz es: 1) Regocijarnos, 2) Regocijarnos un poco más, 3) Ser amables,
4) Saber que Dios esta cerca, 5) Quitarnos toda ansiedad, y 6) Orar por todo con un corazón
agradecido. Jesús prometió que todo aquel que confíe en El recibirá una paz más allá de lo que
este mundo pueda entender: "La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como
la da el mundo. No se angustien ni se acobarden" (Juan 14:27).
Si en nuestras vidas escasea la paz, la UNICA solución es acercarnos a Dios, confiar más en El, y
regocijarnos (y regocijarnos y regocijarnos) mientras somos guiados por Su Espíritu. Solo entonces
encontraremos el "éxito" por el cual nos hemos estado esforzando - solo entonces obtendremos lo que
nuestro corazón anhela...la verdadera paz de Dios!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Amados hermanos y amigos (a):
Solamente tomados de la mano de nuestro Padre celestial
podemos disfrutar de la verdadera paz, no importa que
circunstancias estemos atravezando, Su paz siempre
estará en nuestro corazón, porque nuestra confianza
está en Él y en cada una de Sus promesas para cada
situación que vivimos, y confiamos, porque Él nunca
nos falla. El da fuerzas al débil y multiplica al que
no tiene ninguna. Confía en Él y disfruta de esa paz
que todos anhelamos, sobre todo en los días difíciles.
Dios sea propicio a ti con ricas bendiciones,
Ministerio Mujeres en Victoria
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo
y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas