Hace muchos años había una canción popular que decía: "Tres cosas hay en la vida: Salud dinero y amor. El que tenga estas tres cosas que dé gracias a Dios". Es verdad, sin la salud primero no disfrutaremos todo lo demás. Hoy en día se invierten millones de dólares en investigaciones para crear nuevas medicinas para las nuevas enfermedades que surgen a diario.
Vivimos en una sociedad contaminada y afectada por la enfermedad. Es probable que, en este momento, usted mismo este sintiendo en su cuerpo los efectos de alguna enfermedad o dolencia. Le invito en este día, no a mirar el cuadro desolador y aterrador de la sociedad ni a los síntomas enfermizos que siente, sino a Jesucristo, El Sanador por excelencia. Su obra en la cruz ha sido magnífica de tal manera que seamos doblemente sanados:
a) Sanos en el alma al recibir la salvación eterna y
b) La sanidad de nuestras enfermedades y dolencias. Adonde no puede llegar la medicina nuestro Dios SI puede llegar y cortar todo síntoma o enfermedad. No se quede desalentado en este día. El Señor te dice: ¡Yo soy tu Sanador y recibe mi sanidad!
Ritchie Pugliese