Cuando Gómer, la esposa del profeta Oseas en el Antiguo Testamento, continuó persiguiendo otros amantes, Dios puso un cerco de espinas a su alrededor, deteniéndola en su búsqueda de relaciones adúlteras y, finalmente, conducirla de vuelta a su marido.
Job, por el contrario, tuvo un cerco de protección levantado en su vida después Satanás pidió que lo zarandearan: “Siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!” (Job 1:10-11 NTV)
Un zarandeo similar, mediante la eliminación de la cobertura de protección, sucede en la vida de Pedro: “Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo.” (Lucas 22:31 NVI)
Podemos orar esta cobertura para nuestros hijos y otros amados. Podemos pedir a Dios cercarlos con una cobertura entonces ellos encontrarán la clase correcta de amigos, y estarán protegidos de la clase incorrecta de influencias.
En el caso de los hijos que son pródigos, podemos orar por una cobertura de espinas alrededor de ellos para protegerlos de los amigos que influyen sobre ellos en el camino equivocado.
La Biblia dice: “La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.” (Santiago 5:16b NTV)
Gloria A. Florez-Ceballos