Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”
Hebreos 10:22
Cuando Jesucristo fue a la cruz del calvario, dio su vida por la humanidad. Allí cargó con la culpa y el pecado de todos nosotros. Esa deuda de pecado que nos impedía acceder ante el trono de Dios, fue pagada por Él. Así, lo que nosotros jamás podíamos haber saldado, Jesús lo hizo. Desde ese instante toda persona que se arrepiente de sus faltas y confiesa a Jesucristo como su Señor y Salvador, recibe amplio perdón por su vida pasada, y se reconcilia con Dios mismo. El escritor a los hebreos desarrolla este pensamiento: Para acercarnos a Dios y recibir sus bendiciones, debemos hacerlo con un corazón y una conciencia limpias.
Si la palabra de Dios, nos enseña que un cambio de vida es el camino correcto que debemos tomar para allegarnos ante su Majestad y recibir respuestas a nuestras oraciones, pues entonces, tomemos con decisión y fe ese rumbo. Pero El Señor sabe, que los seres humanos no podemos cambiar de vida con solo proponérnoslo, sabe que con la fuerza de voluntad no alcanza. Por eso contamos con la invalorable e imprescindible ayuda del Espíritu Santo. Él nos dará la fuerza interior que nos falta para dejar en el pasado todo aquello que nos estorba para agradar a Dios.
Amigo de las mejores palabras, lo que Dios te dice es: ¡Podés cambiar con mi ayuda! Abrí tu corazón, aceptá el perdón de tus pecados, reconocé a Jesús como tu Salvador y serás lleno del Espíritu Santo! Serás una nueva persona, serás un hijo de Dios y podrás acercarte a su presencia confiado y feliz!
Iglesia Nueva Vida | Av. Cabildo 3546 Pastor Edgardo Eliseiry
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