“Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil”.2 Corintios 12:10
En la vida tenemos momentos muy especiales, Dios nos da el privilegio de experimentar esos episodios lindos de la vida, como enamorarnos, terminar una carrera en la universidad, casarnos, comprar nuestra primera casa, comprar nuestro primer automóvil, experimentar el privilegio de ser padres o ver a tus hijos realizados.
Cada uno de esos momentos son especiales y no sabrás de lo que te hablo, hasta que lo experimentes en carne propia, cada uno de esos momentos hacen que nos sintamos especiales, que disfrutemos de la vida y demos gloria y honra a Dios, porque sin Él, nada fuera posible.
Pero también hay otros momentos que son aun más especiales, y son aquellos que experimentamos al lado de Dios. Esos momentos en los cuales llegamos delante de Él, con un corazón humilde, sincero, necesitado de su presencia y de su amor.
Y es que no todo en la vida será color de rosas, habrá también momentos difíciles que nos tocara vivir, situaciones que nos querrán borrar la sonrisa del rostro y hacer que nos sintamos derrotados y por esa razón creo que los momentos MÁS ESPECIALES que podemos experimentar en la vida, son aquellos que pasamos con el Señor.
Recuerdo el momento en que me enamore y fue muy especial, recuerdo con nostalgia de la buena el día que me case que fue un día extraordinario, también recuerdo la vez que compramos nuestra primer casa, la veíamos linda, nuestro esfuerzo y ayuda de Dios estaban reflejada en ella, recuerdo cuando compramos nuestros primer auto, me sentí muy bendecido y una de las emociones más grandes de mi vida, tener a mi hijo en mis brazos, cada una de esas experiencias fueron únicas, cada una me hizo sentir algo especial dentro de mí, sin duda Dios ha sido bueno.
Pero también me ha tocado vivir momentos difíciles, sentir que mis sueños habían sido rotos, no sentir el respaldo de personas que en su momento pensé que me estimaban y estarían allí siempre, recibir menosprecio y burlas hacia mis sueños, saber que muchos de los planes que había trazado para mi vida no se cumplirían, ver como las cosas que siempre pensé que estarían allí, ya no lo estaban. Sentirme abandonado en algún momento de mi vida y hasta pensar en rendirme y no seguir más en este camino.
Pero a pesar de todo eso también he tenido lo que yo llamo: MOMENTOS ESPECIALES, esos momentos que me han transformado, en donde quizá en el lugar menos pensado Dios me ha ministrado, en donde quizá nadie se imagina que Dios podría hablar a mi corazón, allí me hablo. Esos momentos en donde llegaba a mi habitación, cerraba las puertas y comenzaba a hablar con Dios, esos momentos en donde no podía evitar que las lágrimas corrieran sobre mis mejillas, mientras sollozaba dirigiéndome a Dios.
Aquellos momentos en donde de rodillas le pedía perdón a Dios por todos mis fallos, esos momentos en donde reconocía que no podía mas sin Él, en donde rendido ante su presencia me renovaba las fuerzas. Esos momentos después de una larga lucha llegaba sin ganas de seguir y Dios me hacía sentir que jamás me había abandonado.
Esos momentos en donde quizá sentía ganas de reclamar y antes de abrir mi boca Dios inundaba mi habitación con su presencia y no podía mas nada que exaltarlo. Esos momentos en los que aun hoy en día voy por la vida y me ministra de formas que jamás pensé y que mas de alguna vez me saca una lágrima al darme cuenta lo bendecido que soy y lo poco que agradezco sus bondades y misericordias.
Esas veces en donde pensé que las cosas iban a empeorar y en donde Dios me sorprendió dándome respuestas sobrenaturales; y es que la verdad todos esos momentos son ESPECIALES.
Yo se que tu también tienes MOMENTOS ESPECIALES, esos momentos en donde experimentaste la presencia de Dios de una forma única, en donde tus fuerzas fueron renovadas, en donde quizá Dios te hablo directo al corazón o en donde no pudiste evitar que las lagrimas rodaran sobre tu rostro y en donde sentiste cómo una paz sobrenatural inundo tu todo tu ser.
Esa clase de momentos especiales son los que Dios quiere tener hoy contigo, pues seguramente tu corazón necesita renovarse en su presencia. Las presiones de la vida quizá están golpeándote muy fuerte, es hora de ir delante de tu Padre y experimentar esos MOMENTOS ESPECIALES.
Te invito a que hoy vayas delante de Él, con un corazón sincero, reconociendo tu necesidad de su presencia, y sobre todo dispuesto a que El te ministre, estoy seguro que HOY TENDRÁS UNO DE ESOS MOMENTOS ESPECIALES en los cuales Dios transformara tu vida de una forma asombrosa.
¡Esos Momentos Especiales son los que hacen que nuestra FE aumente!
Enrique Monterroza
Hermes Sarmiento G
De Colombia
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