Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza”
Salmo 71:3
En este salmo el autor clama a Dios para que sea la respuesta a todo lo que él necesitaba. Roca, refugio, fortaleza, salvación, todo eso y, sin duda, mucho más podía encontrar en los amorosos brazos de su Padre. Y vos amigo oyente, ¿Qué estás necesitando en tu vida? ¿Los problemas del diario vivir se están convirtiendo en una carga que se torna muy pesada, enfrentar cada día empieza a parecerse a una batalla, estás perdiendo la alegría y las ganas de vivir? Te invito a reflexionar en el texto bíblico. El autor manifiesta que su seguridad residía en el cuidado que recibía de parte de su Hacedor. Esta verdad espiritual funcionó en aquel tiempo y ¡Gloria a Dios! sigue funcionando hoy también. Acercate a Jesús con toda confianza. Contale tus problemas, abrí tu corazón ante Él y pedile que te haga sentir la seguridad que solo Dios puede darle al ser humano. Y además hacé un pacto de fidelidad con Él. Prometele que siempre estarás a su lado, en las buenas y en las malas. Vos también decile, como el salmista, que recurrirás a Él continuamente. Y verás como todo aquello que hoy es causa de preocupación y tristeza Dios lo transforma en bendición para vos y toda tu familia
Iglesia Nueva Vida | Av. Cabildo 3546 Pastor Edgardo Eliseiry
Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza”
Salmo 71:3
En este salmo el autor clama a Dios para que sea la respuesta a todo lo que él necesitaba. Roca, refugio, fortaleza, salvación, todo eso y, sin duda, mucho más podía encontrar en los amorosos brazos de su Padre. Y vos amigo oyente, ¿Qué estás necesitando en tu vida? ¿Los problemas del diario vivir se están convirtiendo en una carga que se torna muy pesada, enfrentar cada día empieza a parecerse a una batalla, estás perdiendo la alegría y las ganas de vivir? Te invito a reflexionar en el texto bíblico. El autor manifiesta que su seguridad residía en el cuidado que recibía de parte de su Hacedor. Esta verdad espiritual funcionó en aquel tiempo y ¡Gloria a Dios! sigue funcionando hoy también. Acercate a Jesús con toda confianza. Contale tus problemas, abrí tu corazón ante Él y pedile que te haga sentir la seguridad que solo Dios puede darle al ser humano. Y además hacé un pacto de fidelidad con Él. Prometele que siempre estarás a su lado, en las buenas y en las malas. Vos también decile, como el salmista, que recurrirás a Él continuamente. Y verás como todo aquello que hoy es causa de preocupación y tristeza Dios lo transforma en bendición para vos y toda tu familia |