HUERTO Y DESIERTO
(Cuando el apoyo de Dios se mostro con gran amor y poder)
Salmo Por Dr. Jose Luis Gonzalez
Miami, Fl. USA
Segui tus pasos mi Dios
y me llevaste a los delicados pastos,
segui tus pasos mi Dios
y disfrute de tu cuidado,
pude disfrutar de tu huerto
y me senti por ti amado.
El manzano, la vid y los nogales,
se mostraban como testigos de tu amor
su fruto y su sombra
me fortalecian, me hablaban
y en el bello camino
me confirmaban.
Mi alma preparo alli su morada,
entre la hermosa sombra
y los delicados pastos,
alli en donde toma agua el cervatillo,
en donde cantan las palomas.
Los dias corrieron como el rio,
no hicieron pausas,
saltaron sobre las piedras.
Se acercaba el momento
de partir hacia el desierto,
para quedarme a solas con Dios.
Atras quedo el manzano, la vid, los nogales
y en lugar de los delicados pastos
llegaron las arenas,
llego la nada,
llego el punto clave
en donde solamente quedaria
Dios y yo, solos.
Dios y siervo
Oro y barro
Promesa y fe
La semilla germinaria
en el desierto,
la peña daria su agua,
los cuervos llevarian pan,
en el vientre de un pez, una pieza de oro,
flotaria el hacha,
la mano de Dios se dejaria ver,
me haria un hombre:
que vio lo invisible,
creyo lo increible
y recibio lo imposible.
Otro dia estaba llegando...
nuevamente, sin hacer pausas,
traia hojas
del manzano, la vid y los nogales.