"...Y MI ANGEL LLORO"
(El dia que se juntaron las lagrimas
terrenales con las celestiales)
Salmo del Dr. jose Luis Gonzalez
Miami Fl. USA
Ven amigo mio,
mensajero de Dios,
con preciosas alas,
tu que eres testigo,
tanto de mis subidas
como de mis bajadas.
Tu, que un dia me viste fuerte,
que te gozabas a mi lado,
cuando con sandalias de discipulo,
al hambriento di mi pan,
cuando al desconsolado di mi abrazo,
y mi abrigo al desamparado.
Recuerdo tu grito de guerra,
al frente de la batalla,
alla, mi pecho resplandecia
con el brillo del sol,
y ante la orden
de Jehova de los Ejercitos,
como un caballo de guerra
estuve dispuesto.
Empuñe la espada,
ardiendo mi sangre
y confiando en Dios.
Ahora te he visto triste,
amigo mio,
amigo con alas celestiales,
tu, que a mi lado fuiste encomendado,
estas llorando, lo he notado,
cuando despues de haber orado,
veo dos grupos de lagrimas,
al lado de las mias, las tuyas,
lagrimas terrenales y lagrimas celestiales,
las mias hacen lodo, las tuyas incienso.
Lloras, amigo mio,
porque me ves llorar,
gimes, porque me ves gemir.
Todo mi ser,
fue cubierto de quebranto,
y fueron mis dias
mas grises que plomisos.
Por eso lloro mi angel,
al verme triste,
ya no, como un caballo de guerra,
sino, como la lagrima en el piso,
como el que pide pan,
como el desconsolado,
y como el desamparado.
Me observo en silencio,
le dije:
"No llores, amigo mio,
aun puedo alabar a Dios,
aun puedo escribirle salmos,
con la tinta de mis lagrimas,
con mis dedos en el lodo,
con mis ojos, en el viento
o con mi alma angustiada"
...Alce mis ojos para ver,
si mi amigo se habia marchado,
pero seguia a mi lado,
con sus alas
cual dos espigas de grigo,
dobladas,
al final del tiempo,
cuando se recoge la cosecha.