CUIDA QUE TU CORAZON NO SE ENFRIE
Salmo 78
El pueblo de Dios tenía muchas cuentas pendientes con Dios pues lo desobedecieron y olvidaron, para seguir las costumbres de las naciones que tenían prohibido desde que les sacó de Egipto. Jeremías les llamó durante años a arrepentirse, y solo logró azotes, encarcelamiento, y el intento de asesinato por parte de quienes le escucharon.
Pero llegó el día en que la ciudad fue sitiada por Babilonia, tal y como Jeremías había anunciado, pero ya era tarde: el castigo era inminente. Tras la disciplina, Dios rescataría a un remanente purificado, y entonces vendría el castigo sobre las demás naciones paganas e idólatras.
Hoy en dia, muchas veces en nuestra vida puede repetirse esta historia y es por eso que debemos tener mucho cuidado con nuestra relacion intima con Dios. Existen dos características del cristiano que se enfría y deja de adorar a su Dios por sobre todas las cosas, y ellas suelen ser:
* muchas bendiciones de Dios y
* poca gratitud en el corazón.
Cuando empezamos a estar muy cómodos, a gozar bendiciones y salud, y a olvidarnos de quién es el responsable de nuestra bonanza;
Cuando empezamos a "pasear" en vez de "congregarnos"; cuando vemos que nuestra mesa de noche amontona libros y revistas mientras se empolva la Biblia.
Cuando nos rodeamos de amigos en vez de hermanos y nos "engordamos" porque creemos que nuestra posición social se esta cimentando, y no nos damos cuenta que nuestra espiritualidad se va desmoronando.
Es entonces que debemos prender nuestra alarma, sino lo hicimos antes por obediencia, hagamoslo YA, antes de las consecuencias del andar indisciplinado y desobediente a nuestro Padre, porque la disciplina de Dios SI llega a nuestra vida en cualquier momento y no llega por que El sea un Dios malo, sino todo lo contrario, llega porque El es un Padre amoroso que ama y corrige a sus hijos.
Señor: mil gracias por todo lo que me das: desde el aliento, los sentidos para percibir el mundo, mi trabajo, mis aficiones, mi familia y la salud, hasta la invaluable salvación. Sé que he sido ingrata al no reconocerte diariamente y agradecerte ante los demás, pero quiero darte hoy loor y expresarte mi felicidad con que disfruto ésta vida que me has dado, porque incluso, cuando atravieso momentos de tristeza y desánimo, sé que en la Gloria tu me consolarás y podré siempre disfrutar tu presencia en una vida que no puedo ni imaginar. Gracias, Señor por todas tus bendiciones con que me colmas a diario, Amén".
Graciela
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