REFLEXION PARA EL D O M I N G O 27
Gn.2,18-24; Hbr.2,9-11;Mc10,2-16
Queridos amigos,
Me permito ofreceros la reflexión que yo me hago en esta vuelta a la vida normal, después de unas largas vacaciones, que os deseo hayan sido felices.
El tema del divorcio podría ser romántico, si no fuera trágico para las personas que soñaban otra cosa y para la sociedad que ha de cargarse con tanta persona desgarrada y con tanta mirada triste de niños inocentes. Nadie puede dudar del gran valor de un matrimonio estable y una familia unida, que muchos, desgraciadamente, no hemos conocido.
¿POR QUE EL DIVORCIO?......TANTO DIVORCIO ?
¿Por qué tanto matrimonio roto, familias divididas y parejas fracasadas? ¿Por qué no ser más responsables de lo que vamos a hacer, lo que vamos a vivir y compartir con otras personas? Se me ocurren dos grupos de razones que me permito ofrecer a tantos amigos para que nos sirva de reflexión y tema de conversación en esta semana:
A) La debilidad humana que nos lleva muchas veces a hacer aquello que no queríamos. Lamentamos el obrar así pero no es fácil corregirse.
B) La educación recibida que no nos prepara para la GENEROSIDAD, que nos hace pensar siempre en el otro y en su felicidad. Tampoco nos equipa con la COMPRENSION, que disculpa lo que nos gusta menos y valora lo positivo que también tiene el otro. De SACRIFICIO y capacidad de PERDON no se nos metió en nuestra cabecita de niños y jóvenes y menos de COMPORTARNOS como Dios quiere para lo que podemos contar con su ayuda. Y esto, que me duele más porque soy cristiano y hablo para cristianos, tampoco fue una regla que fuera haciéndonos adultos también en nuestra relación con el buen Maestro Jesús de Nazaret.
No perdamos de vista cómo educamos a niños y jóvenes y qué valores ayudamos a crecer en sus vidas y comportamientos.
Me atrevo a destacar los siguientes: La importancia del TENER, mucho y en poco tiempo. Se lo CONSENTIMOS todo, y todo se le justifica y se le disculpa…¡Son niños! Del ESFUERZO Y SACRIFICIO que no oigan nada por si se traumatizan-….Ya tendrán tiempo…
Así vamos creando unos egoístas y exigentes, caprichosos e intolerantes, cómodos e irresponsables de los que son nuestros hijos y alumnos y con los que vamos a formar una sociedad.
¿Con este equipaje podrán comprometerse con un matrimonio estable y una familia feliz?
¡ DICHOSO EL QUE TEME AL SEÑOR Y SIGUE SUS CAMINOS!