Alguna vez al percatarse de las cosas difíciles que están experimentando le han dicho a Dios: “¿Qué estás haciendo?”.
Si, hablo de esos momentos en donde no vemos nada bueno o rescatable de lo que estamos viviendo y lejos de ver resultados positivos vemos que todo se torna de mal en peor, entonces de pronto surge de nuestra boca o se produce un pensamiento en nuestra mente que simplemente dice: “¿Qué estás haciendo?”.
Y es que a veces pareciera que nosotros sabemos cómo tienen que ser las cosas y Dios no sabe nada. A veces queremos enseñarle a Dios como tiene que actuar, como que si Él hubiera nacido ayer.
A veces pensamos que Dios está fallando, que está haciendo las cosas mal, que no está actuando como tendría que actuar, pero la realidad es que los que no sabemos nada de ese asunto somos nosotros.
Por más que tú y yo queramos presumir que sabemos cómo tienen que ser las cosas o presumamos que sabemos cómo se solucionaría ese problema, aun así, no sabemos absolutamente nada.
Y es que a veces queremos dar lecciones a Dios de cómo tiene que actuar, como que si Él fuera nuestro criado y tiene que obedecer a nuestros gustos y placeres.
A veces se nos olvida la posición en la que estamos y que no somos señores, sino siervos, que no podemos tratar de mandar y menos obligar a que Dios actué a nuestro antojo.
La Biblia y en especial Dios nos dice lo siguiente:
“Dios dijo: «El barro no le dice al alfarero: “¿Qué estás haciendo?”, ni la vasija lo critica, diciendo: “Tú no sabes trabajar”.”
Isaías 45:9
En ocasiones presionados por el momento en que estamos viviendo y no observando los resultados que quisiéramos observar, podemos llegar al punto de poner en tela de juicio el accionar de Dios.
No sé qué momento puedas estar experimentado el día de hoy, no sé qué es lo que abate tu alma, ni mucho menos conozco la situación tan difícil que puedas estar viviendo, pero aun cuando no veas resultados en todo eso, no puedes desconfiar de la forma de actuar de Dios.
Pueda que todo se te ponga en contra, pueda que las puertas se te cierren, pueda que los recursos se te acaben, pero aun con todo eso, Dios sigue allí, pendiente de tu necesidad, Él actuará, porque Él tiene cuidado de los suyos.
Hoy Dios quiere recordarte algo muy importante:
“Esto dice el SEÑOR, el Santo de Israel, tu Creador: «¿Pones en tela de juicio lo que hago por mis hijos? ¿Acaso me das órdenes acerca de la obra de mis manos? Yo soy el que hizo la tierra y creó a la gente para que viviera en ella. Con mis manos extendí los cielos; todas las estrellas están a mis órdenes”.
Isaías 45:11-12
Que nunca se te olvide que Dios es Soberano y Sabio, que Él conoce la forma perfecta para actuar en tu vida, que Él tiene un tiempo perfecto para proceder, que a Él nada se le escapa, pero sobre todo que Él tiene el Poder para hacer cualquier cosa por muy imposible que parezca.
Hoy quiero animarte a que confíes, a que no dejes de creer en lo que Dios está haciendo, a pesar de no ver lo que quisieras ver, confía, porque tu confianza, tu fe y tu dependencia a Él será la clave para ver mejores resultados de los que te podías imaginar.
¿Sabes que está haciendo Dios?
¡Él está trabajando en tu vida! Y sus obras terminadas siempre son perfectas.
Enrique Monterroza
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico