Un destino que completar
"Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes de que nacieses
te santifiqué, te di por profeta a las naciones" Jeremías 1:5.
Tanto usted como yo tenemos destino. Dios nos conoce, nos ha
santificado y nos ha dado dones para que lo podamos alcanzar.
Ahora como dice la Palabra, tenemos que estar convecidos que el que
comenzó en nosotros la buena obra nos irá perfeccionando hasta
hasta alcanzar la buena obra.
Para poder completarlo tenemos que ser fieles a Dios. Vemos que David,
como muchos otros, para poder alcanzar lo suyo, tuvo que ser fiel a
Dios. Otro ejemplo es José, tuvo problemas pero no se enfocó en ellos.
Si lo hizo en los sueños que Dios había depositado en él. Él no se
inclino ante las circunstancias. Fur firl al sueño de Dios.
Recuerde que el diablo tratará de distraerlo, desefocarlo se su camino.
Él hará lo imposible para que lleve su mirada a las circunstancias.
Hay muchas cosas en el mundo que se hacen para que pierda su
destino. Adán lo perdió por desobedecer. ¿Usted que hará?.
Si hay algo que cambiar en su vida, cámbielo de una vez por todas.
Su actitud de hoy determina su mañana.
Dios lo ha de librar de cualquier horno de fuego que le ponganen el
camino de su destino. Venza el desanimo y la decepción. El
Espíritu Santo nos enseña a caminar hacia el destino divino.
No pierda la oportunidad como hicieron los judíos en el desierto,
aprovéchela como hizo la nueva generación.
Diga hoy: "Voy a alcanzar mi destino, voy a pasar el Jordán, venceré
a los giantes y conquistaré. Soy parte de la generación que triunfa
en la adversidad".
Jaime