CUENTO
UNA VEZ HABIA UN CURA QUE SE LAS DABA DE MUY SANTO QUE SIEMPRE IVA CON LA BIBLIA BAJO EL BRAZO Y CABIZBAJO COMO DANDO LA IMPRESION DE ESTAR REZANDO.
ESO LO HIZO EN SU PUEBLO MUY FAMOSO Y SE HABÍA GANADO LA CALIDAD DE EL SANTO DEL PUEBLO.
UN DIA ESTE CURA CAMINANDO POR EL BOSQUE SE PERDIÓ DEBIDO A LA DENSA NIEBLA QUE HABÍA Y DE PRONTO AL NO VER POR DONDE PISABA EL CURA SE CAYÓ AL VACIÓ Y CON LA GRAN FORTUNA QUE SE PUDO AGARRAR A UNAS RAMAS Y ASÍ DETUVO SU CAÍDA.
SEÑOR POR FAVOR ATIENDE Y SALVA A ESTE DEVOTO TUYO QUE TE PIDE AYUDA.
AL RATO LAS NUBES SE SEPARARON, APARECIÓ UNA FUERTE Y DESTELLEANTE LUZ Y LA VOZ DE DIOS ATRONADORA PERO DULCE COMO MILES DE DE FLAUTAS Y CAMPANILLAS SE DIRIGIÓ AL CURA.
DIME MI QUERIDO DEVOTO EN QUE PUEDO SERVIRTE?
SEÑOR, CONTESTÓ EL CURA, SÁLVAME, PROTÉJEME Y HAZ QUE NO ME CAIGA Y NO SUFRA DAÑO ALGUNO.
DIOS DIJO: "SUÉLTATE Y DÉJATE CAER Y POR FAVOR CONFIA EN MÍ".
¿CÓMO QUE ME SUELTE SIN MÁS?, ¿NO VAS A COJERME TÚ EN BRAZOS?, ¿NO VAS A MANDAR A TUS ANGELES?
MI QUERIDO DEVOTO POR FAVOR SOLO TE PIDO QUE CONFIES EN MI: SUÉLTETE Y NO TEMAS.
EL CURA DUDO VARIAS VECES EN LA CHARLA CON DIOS AL FINAL DIOS DESAPARECIÓ DEJANDO AL CURA COLGADO EN LAS RAMAS.
EL CURA DESILUSIONADO ESPERÓ COLGADO EN SU RAMA HASTA QUE LA NIEBLA DESAPARECIERA Y CUANDO DESAPARECIÓ DESCUBRIÓ QUE A SOLO TRES CENTÍMETROS DE SUS PIES, ESTABA EL SUELO.