El carácter de una persona es como un edificio: se compone de cada ladrillo. Mientras vamos creciendo, aprendemos diversas cosas en la vida. Algunas de ellas nos serán útiles en la carrera profesional, mientras otras se utilizarán en la vida familiar. Pero hay cosas que no son tan tangibles así. Los valores humanos son elementos esenciales para la convivencia de una persona en la sociedad, pero se aprenden de forma natural, es decir, no en un aula, sino en la vida misma. Cada valor humano compone el ladrillo que amoldará el ser. Si hay algunos ladrillos faltando o rotos, entonces es importante que se "reforme" la casa del ser, a través de la meditación y la reflexión profunda.
Les dejo un gran abrazo y les deseo que tengan una semana
llena de magia y colores.
YOLY
14/06/2010
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