LA PAREJA EN LA ERA DE ACUARIO

Cuando el hombre y la mujer logran el equilibrio de sus potenciales en sì mismos, comprenden que necesitan complementarse, porque en sus profundas esencias masculinas o femeninas sòlo se manifiestan una parte de la energìa total.

El hombre, al descubrir el universo, necesita de la mujer para que lo imagine y lo cree. La mujer, al comprender la eternidad, busca al hombre para que ilumine la creaciòn. El hombre, polo positivo, radiante emisor, dà su energìa a la mujer, polo negativo, absorvente y receptivo, quien en su matriz còsmica gesta la vida en todas sus manifestaciones.

En los comienzos de la era de acuario, era de reintegraciòn, es necesario que los "dos polos de la naturaleza humana" comprendan sus esencias y se complementen para llegar al equilibrio. La humanidad està despolarizada y, por lo tanto, desorientada. Solamente a travès de la comprensiòn  y el conocimiento de las dos polaridades existentes, podrà encontrar el camino de la reintegraciòn, dònde ya no seremos parte de un universo, sino el universo mismo.

El hombre y la mujer tienen capacidades diferentes pero complementarias. Cada uno debe comprender y actualizar su esencia, realizar su rol y cumplir con su funciòn especifica. La mujer es la ùnica que posee la capacidad de gestar, no sòlo hijos en la carne sino tambièn la nueva humanidad, y el hombre es el conductor espiritual que conducirà lo que la mujer imagine. Josè Perez Garaña dice: "Percibimos el formidable y contradictorio espectaculo, poderosamente transformador del dualismo còsmico: el choque de los opuestos que impulsan y manifiestan la vida".

Todo se resume en actividad y pasividad, atracciòn y repulsiòn, energìa y subsistencia, aspiraciòn y espiraciòn, luz y sombra, dìa y noche, construcciòn y destrucciòn, macho y hembra, espìritu y materia; es decir, la polaridad en acciòn....

Estas dos maneras de ser son las que mantienen la creaciòn en constante movimiento y evoluciòn. Son opuestos. Una impulsa a la otra parte. La realizaciòn universalista del hombre se enriquece con el aporte particular y subjetivo del elemento femenino.

El hombre sin la mujer està incompleto. Al polo positivo le falta el polo negativo para su energìa pura y total...

El positivo es una parte de la energìa, como asì tambièn el negativo. El hombre es una parte del todo, le falta su parte femenina para sentirse completo en sì mismo y poder crear.

El hombre como representante del "espìritu" es la fuerza y la inteligencia en todo acto. La mujer es el alma del hombre, su intuiciòn y su sabidurìa apoyan la obra de èste. El hombre como sol ilumina toda realizaciòn.

          HOMBRE DIOS                        MUJER NATURALEZA

             Espãìritu                                                Alma

             Sol                                                       Luna

             Inteligencia                                           Intuiciãòn

             Fuerza                                                 Sabidurì­a

             Iluminaciòn                                         Imaginaciòn

La mujer concibe en la oscuridad de la noche el nuevo dìa. La luna es la luz de la noche.

CAPACIDADES POLARES HOMBRE-MUJER.

El hombre o polo positivo tienen capacidad para razonar mentalmente; es objetivo y frío, generalmente no puede dejarse llevar por los sentimientos en un acto de razón. Pero es justamente a la parte femenina de la creación a quien le corresponde comprender por medio de la intuición y no por el razonamiento, ser prudente en el actuar y unir el amor y la inteligencia para hablar a través de la sabiduría.

Si lo masculino por lo natural es activo e impulsador, y se mueve por su fuerza exteriorizante, la capacidad de la prudencia no es su atributo primordial.  piensa y actúa con la cabeza, la mujer o polo negativo habla con el corazón. Este es uno de los puntos por dónde deben comenzar a equilibrarse nuevamente las fuerzas de la naturaleza humana, cada uno en su función esencial.

La imaginación del hombre es abstracta, es fuerza que necesita de la imaginación de la mujer para concretarse en una forma definida; sin su decidido realizar quedaría en el mundo abstracto de las ideas, el hombre es animado por una corriente electrica, mientras que la mujer lo es por una magnética.

La auténtica pareja de la era de acuario no sólo une sus cuerpos, sino también sus mentes y sus almas; miran hacia un mismo centro de luz y están unidos porque se aman.