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RELACIONES DE PAREJA: LAS RELACIONES HOY EN DIA
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De: FcoGustavo  (Mensaje original) Enviado: 04/06/2010 18:24
LAS RELACIONES HOY EN DIA

Al analizar hoy las relaciones humanas nos encontramos que hoy día las relaciones se han enfriado. Encontramos una perdida de la pasión, del romanticismo. Hoy día la edad para unirse en pareja se ha ampliado: es una gran cantidad de seres humanos que encontramos por la vida que hablan de soledad, de insatisfacciones, de desesperanza, de temor al fracaso, de tristeza.

Encontramos en nuestro camino a seres envueltos en sombras que tratan de sobrevivir en un mundo donde las apariencias valen más que las realidades espirituales, en donde la jerarquía de valores ha puesto por encima de todo, la satisfacción de los deseos carnales, en donde la voz del dinero se escucha más alta que la voz del espíritu.

Hoy día el miedo, la desconfianza, las plagas de la incomprensión, y, la fría indiferencia han crecido como mala hierba en las almas de la gran mayoría de seres humanos dejando marchitas las flores que representaban el amor y el romanticismo.
 
¿Qué es lo que hoy nos ha hundido en la desesperanza?
Las señales perturbadoras tales como: Destrucción ecológica, crisis social y una proliferación nuclear que parece incontrolable, la pérdida de fe y los tabúes religiosos y sociales nos condujeron a una paralización psíquica. Al estar paralizados dejamos pasar la información negativa y perdemos nuestra capacidad de solucionar creativamente nuestros problemas.
 
Puesto que la desesperanza, el temor y la negatividad se instalan en los individuos, parte del trabajo evolutivo que necesita hacerse en este punto histórico será volvernos conscientes de nuestros sentimientos mas profundos respecto a nuestras relaciones y trabajar con ellos. Debemos percibir y aceptar los sentimientos de desesperanza y desánimo abrumadores para hallar soluciones a nuestros problemas de relaciones interpersonales.
 
Nuestras propias emociones de dolor, amor, perdida y empatía ya no deben ser sofocadas o reprimidas. Es preciso recuperar esa parte perdida de nosotros mismos que es nuestra capacidad de amar.
  
Debemos recordar que la esencia de todas las cosas es espiritual y que lo que vemos en lo físico es el reflejo de lo que hay dentro. Debemos desviar  la atención de lo físico y poner nuestra atención en lo interno que es ahí donde encontraremos las respuestas a toda esa desesperanza.
 
Es…el amor el que produce la mezcla. Y es el amor quien apiló estas rocas, y es el amor, quien nos condujo al punto en que nos encontramos. Aunque parezca que estamos solos.

Démosle al amor el reconocimiento que merece. Apoyémonos en una cultura basada en valores humanos trascendentales de amor, asombro, humildad y compasión.

¿Como son nuestras relaciones de pareja?

Normalmente nos enfocamos en obtener energía en el sexo opuesto y eso nos hace vulnerables a sufrir decepciones, nos hacemos adictos a obtener energía de otra persona, en lugar de proporcionárnosla por medio de nuestra propia conexión divina interna. Por ejemplo: en el estado acrecentado de “enamoramiento”, nos sentimos energizados y expandidos. De pronto todo parece especial. Los colores son mas brillantes. Nos sentimos mas inteligentes y atractivos. La vida nos tiene una nueva promesa. Al querer mas de esta energía, decidimos que debemos tener a esta persona mágica en nuestra vida, con el fin de conservar la conexión con este sentimiento.

Cuando limitamos nuestro flujo energético a esta sola persona, esperamos que todo sea satisfecho por ella, y nos desconectamos de nuestra fuente universal. Tarde o temprano estas expectativas agotan a ambas personas, y se inicia nuevamente la vieja competencia para obtener energía. Como niños hambrientos necesitamos que satisfagan nuestras necesidades. Nos enfocamos en la otra persona como fuente de nuestro problema, y utilizamos formas o dramas de control para intimidar, interrogar, ser altivos o llorar como pobres de mi. Juzgando y culpando, sentimos que elegimos a la persona equivocada. Si hubiéramos escogido a una mejor pareja, alguien que se diera cuenta automáticamente y satisficiera todas nuestras necesidades, no tendríamos este problema.

Cada uno de nosotros busca la mezcla familiar de características positivas y negativas con las que fuimos criados por quienes estuvieron a cargo de nosotros. Cada detalle significativo de la forma en que se nos habló, se nos tocó y se nos enseñó, así como los atributos físicos, emocionales y mentales de nuestros padres, quedan registrados en nuestro cerebro. Al interactuar con los demás, nos sentimos atraídos por quienes mas se parecen a esta imagen de nuestro inconsciente.

El psicólogo Harville Hendrix afirma:
 
Sin importar cuáles sean sus intenciones conscientes, la mayoría de las personas se sienten atraídas por parejas que tienen las características positivas y negativas de las personas que los cuidaron y, típicamente, son las características negativas las que mas influencia ejercen.

Las heridas que recibimos, las experiencias negativas, están grabadas en nuestro subconsciente. Dado que el patrón compuesto de características se construyó en la niñez, cuando tanto dependíamos de nuestros padres, la parte mas profunda de nuestro ser conecta las características positivas y negativas con nuestra supervivencia. Por consiguiente, cuando nos topamos con la persona irresistible que coincide con nuestra imagen interna, comenzamos a pensar que nuestra vida depende de él o ella.

No sólo nos sentimos atraídos por la otra persona por el hecho de que coincida con nuestros tutores originales, sino que la psique intenta llenar el vacío que dejo el padre del sexo opuesto. El impulso para recuperar la parte perdida, aunque necesaria, de nuestro yo, alimenta la adicción. No sólo buscamos la mitad sexualmente complementaria faltante. Por ejemplo: una persona cautelosa y algo metódica, puede sentirse deslumbrada por otra que es decidida y que toma riesgos competitivos. De pronto se ve a sí misma con mas opciones y apoyos para realizar cambios. En lugar de desarrollar estas características en sí misma, se conecta a otra persona que las presenta “entramos a la relación con la suposición inconsciente de que nuestra pareja se convertirá en un padre sustituto; y compensará todas las carencias de nuestra niñez. Todo lo que necesitamos hacer es curarnos para formar una relación sana y duradera”.

No es un secreto que el amor romántico no está fundado en el pensamiento lógico. Si fuéramos lógicos, elegiríamos personas que son distintas de los aspectos negativos de nuestros padres y compensaríamos las antiguas heridas. Sin embargo, el impulso de ganar energía y ser íntegros no es una elección consciente, sino una necesidad inconsciente. Si podemos concebir este impulso como un intento de curar nuestra atracción podría tener mas sentido.
 
 
Sin embargo, la parte de nuestro cerebro que dirigió nuestra búsqueda de pareja, no era el nuevo cerebro lógico y ordenado; era el antiguo cerebro miope y encerrado en el pasado. Y lo que nuestro antiguo cerebro trataba de hacer era recrear las condiciones de nuestra crianza, con el fin de corregirlas. Luego de recibir suficiente estímulo para sobrevivir pero no para sentirnos satisfechos, intentaba regresar a la escena de nuestras frustraciones originales, para que pudieran resolver nuestras cuestiones inconclusas.
Fco Gustavo
                                                                                                                            Enero de 1998


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