Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

SE FELIZ CONTIGO MISMO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 
 
  Herramientas
 
REFLEXIONES: PARA EL VIAJERO AL BORDE DEL CAMINO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: FcoGustavo  (Mensaje original) Enviado: 12/11/2010 21:15
PARA EL VIAJERO AL BORDE DEL CAMINO
 
 Cuento dedicado a todos aquellos o aquellas que por haber perdido un amor se encuentran terriblemente decepcionados.
 

Iba yo tranquilo viajando por la carretera de la vida, observando las lecciones que se me tenía reservadas, desde siempre, para este viaje.

Mientras me deslizaba por diferentes paisajes, podía observar otros viajeros que se desplazaban en sus propios vehículos, algunos de ellos más grandes otros más pequeños que el mío, algunos más bonitos otros más feos que el mío, algunos más modernos, otros más antiguos que el mío, algunos enormes pero con motores pequeños otros pequeños con motores enormes, algunos chocados por fuera, pero perfectos por dentro, otros perfectos por fuera, pero muy dañados por dentro, y aprendía de ello.

 Me llamaba mucho la atención el que cada vehículo transportara, sin excepción, a un solo pasajero.

Mientras me desplazaba, en el vehículo que se me asignara para este viaje, podía observar que había flores hermosas, pero encerradas en los jardines de quienes se habían establecido ya, en esos lugares.  Podía observar que también había flores hermosas a orillas del camino alegrando, libres, la vista de los viajeros que a veces detenían su vehículo y se bajaban a disfrutarlas.

 Podía observar que algunos viajeros detenían su vehículo, se acercaban a aquellas flores hermosas, a veces solitarias creciendo en el desierto, disfrutaban de su belleza y luego, pensativos o más alegres que antes, se alejaban dejándolas en su sitio para que a su vez deleitaran el espíritu de otros viajeros solitarios como ellos, cuando pasaran.

 Podía observar que en otros casos tales viajeros solitarios, luego de observar tales hermosas flores trataban de tomarlas para sí.  Algunos luego de intentar hacerlo, se arrepentían y resolvían dejarlas en su sitio.  Otros las tomaban y se las llevaban consigo, haciéndolas de su propiedad, sin considerar que al haberlas tomado de su sitio, por mucho que éste estaba en el desierto, las estaban privando de los elementos que les permitían mantenerse con vida y las estaban privando de la posibilidad de alegrar a otros viajeros, tantos como su longevidad y la propia naturaleza se los permitiera.  Tampoco consideraban que sólo podían apropiarse de la parte física de la flor y por tan sólo un tiempo ya que ésta, irremediablemente, moriría.

 Perdían así la lección que debían aprender al observarla, en esa etapa de su viaje, y que justamente era, que debían apropiarse no del externo, no de lo físico, sino del sentimiento que inspiraba su belleza, lo que les permitiría incorporarlo a su equipaje y así reconocerla, en cualquier otro lugar del mundo, en que en el futuro la tuvieran a su alcance.

 Así, estos viajeros primero, no aprendieron la verdadera lección de su viaje, segundo privaron a los siguientes viajeros de la posibilidad de conocer a su vez la belleza que pregonaba aquella solitaria flor en el desierto, tercero, prolongaron la esterilidad del desierto y cuarto, deberán aprender la dolorosa lección que les deberá mostrar “SU FLOR”, al morir en sus manos.

 Todo esto discurría durante mi propio viaje, cuando observé a un viajero detenido en el borde de la carretera que pasaba por el desierto de su vida.  Me llamó la atención su actitud y su tristeza, mirando al sitio vacío de la FLOR LLAMADA ANDREA, que antes allí, había.

 Otros viajeros que también se habían detenido, condoliéndose de su pena, a quienes pregunté ... ¿Quién es? ... ¿Porqué su tristeza?.  Me contestaron, es EL EX DE ANDREA. Esa flor ya no está para alegrar y enseñar a los viajeros. Ella fue tomada por alguien que, con mucho amor la llevó consigo, y eso el no ha podido superarlo. ... ¡Es que amaba tanto a esa FLOR!

 Yo pensé, busqué entre mis recuerdos y dije. Yo le conozco, él es como YO.   ÉL ES COMO muchos otros viajeros que en sus diferentes viajes han amado a otras flores, sin haberse quedado con ellas o sin haberlas llevado consigo.  Tales viajeros sin embargo, han debido continuar su viaje, pues pudieron comprender que les estaban reservadas otras lecciones, en otros lugares, con otras flores para las cuales ya estaban mejor preparados, gracias a lo que les enseñara la hermosa y solitaria flor del camino.

 Yo le conozco.  El es “EL”.  No me puedo equivocar, pues cada viajero de esta carretera de la vida es único, tiene reservadas sus propias lecciones y debe continuar su viaje, pues lo verdaderamente importante es LLEGAR AL TERMINO DEL MISMO.Me acerqué y luego de saludarle amorosamente le dije.  Tu no eres EX, tu solamente “ERES”, más aún, TU NO ERES “EX DE NADIE”, Tu eres “TU”, antes, ahora y para siempre.

 Me miró muy sorprendido, no se acordaba de mí, o talvez el vehículo de éste, MI VIAJE ACTUAL, no le resultaba familiar.

Tal vez las ideas que le expresaba no tenían real significado en su mente debido al estancamiento en que se había sumergido, no se por cuanto tiempo, detenido al borde del camino, lamentando que su FLOR ya no estuviera, en lugar de procesar la experiencia que ella, sí le había aportado.

Insistí. ... ¿Recuerdas cuando fuiste al colegio?,  no porque te gustara la química, por ejemplo, te quedaste en ese tema el resto de tu vida.  Lo que hiciste fue incorporar el conocimiento de la química a tu mente para aplicarlo y reconocer sus fenómenos en cualquier lugar del tiempo y el espacio FUTUROS.

 ¿Qué crees que hacía esa flor en el camino de tu viaje? ... Pues, piensa que vino a proporcionarte algunas lecciones que, de otro modo, es probable que nunca hubieras recibido.

 Creo que esa flor y su creador debieron emplear mucho empeño y amor, para mostrarte  la importancia de conceptos y sentimientos tales como la belleza, la delicadeza, la ternura y el amor, que son la sustancia de este mundo, y en su lugar, tú solo expresas congoja y tristeza.

 Tu debiste aprender, y, mejor aún “aprehender” en este, TU VIAJE ACTUAL, lo que todo eso significa, para que seas capaz de reconocer en el tiempo y espacio futuros, esos conceptos y esos sentimientos en otros viajeros o en otras flores, del desierto o la ciudad, que deberás conocer, o mejor dicho, RECONOCER, PUES ESTE VIAJE LO HAS HECHO MUCHAS VECES, SÓLO QUE TE HAS OLVIDADO DE LOS ANTERIORES.

 Es que somos tan olvidadizos... si ni siquiera te acuerdas de mí.  Te diré...  YO SOY TU, sólo que llevo algunos viajes más realizados, por lo que no me reconoces y es por lo mismo que puedo ayudarte para que dejes de estar detenido, dejes de estar triste y reemprendas el viaje por la carretera de la vida, y vuelvas pronto a casa, lleno de conocimientos nuevos y experiencias que compartir.  Créeme que te estaremos esperando y ya no estarás nunca más solo.

Debes saber además, ahora, que nunca, NUNCA, estás solo.  No puedes estarlo, nadie puede estarlo.

 Te diré algo.  Siéntate cómodamente, lo más cómodamente posible, relájate y luego lee atentamente lo que sigue, hasta captar la idea y su secuencia.  Luego, cierra los ojos y en tu mente, repite la idea, en su secuencia,  siguiéndola, con tu imaginación.  Verás que no existe razón para estar triste o apesadumbrado, sino más bien mucho, mucho, por lo que estar alegre y dispuesto a continuar, siempre a continuar.

 “Al comienzo nada había, sólo DIOS.

Entonces él resolvió hacer cosas, y creó el reino mineral con toda su variedad, desde la arena hasta los astros del cielo.

 Luego Dios creó el reino vegetal, con toda su magnífica variedad.

 Más adelante creó el reino animal, con todas las especies que poblaron la tierra y el universo.  Finalmente creó al “hombre”.

Imagínate ahora.  ¿Sí antes de todo lo creado, lo único que había en todo el universo, era ÉL ...  entonces ... sólo nos pudo crear con algo de EL MISMO,  y  ... sólo nos pudo crear ... dentro de EL MISMO.

 Ahora Comprenderás que no existe razón para estar triste o sentirse solo.

Somos chispa de Dios, estamos dentro de EL y aún cuando respiramos, miramos u oímos, es a EL que respiramos miramos u oímos, aún cuando nos parezca que sólo se trata de aire, cosas, o simplemente, de otro ser humano.

 ENTONCES... ¿COMO PODRÍAMOS ESTAR SOLOS, O COMO PODRÍAMOS ESTAR TRISTES Y ACONGOJADOS?

Cambia esa cara, olvida la flor, pero no sus lecciones, sube a tu vehículo y continua tu viaje, que te estamos esperando.

En todo caso y sólo por si no lo has descubierto, te diré que: El vehículo es tu cuerpo.

La carretera, el desierto, la naturaleza, son partes del libro donde están escritas las lecciones que has de estudiar en tu viaje.

Las flores ... ¿LAS FLORES? ... Sí, las flores, son todo aquello que durante tu viaje, tu amas, ambicionas o deseas, pero que no te pertenecen, aunque se vayan o las lleves contigo, pues son sólo las lecciones escritas en el libro del número 2 anterior, que son, además, diferentes para cada uno de los viajeros. A veces, muchas veces, para los hombres esas flores tienen nombre de mujer, para las mujeres tienen nombre de hombre, otras veces se llaman MADRE, PADRE, hijos, hermanos, amigos, novia,  tesoros materiales, etc, etc.

El conductor del vehículo, ese ERES TU. Es ese ser interno que habita en ti, que desde el invisible vino a este mundo visible para evolucionar y aprender las lecciones del libro de la vida viajando en el vehículo de tu cuerpo, observando a través de la TV de tus ojos, escuchando a través de los micrófonos de tus oídos, tocando a través de los sensores de tu piel, pero conectándose con su mundo de origen, a través de la calma, la tranquilidad, la comprensión, la paz, los sentimientos, la reflexión, todo lo cual lo conecta inequívocamente con su origen que es, EL AMOR. EL VERDADERO AMOR.

El viaje.  ¡Ah! ...  Esto si que es importante. EL VIAJE ES TU VIDA, y por ello es importante que aprendas las lecciones que te entregan, tu vehículo, el libro y las flores, de modo que no pierdas la oportunidad o mejor aún, que proporciones los medios para que tu SER INTERNO,  mantenga el contacto con su mundo de origen de modo que, a su tiempo, su regreso sea tan celebrado allá, como debió ser celebrada tu llegada a este, nuestro mundo material.

El que corta o se lleva las FLORES, ... ese es el verdadero MAESTRO, es el que dirige la vida y nos dispone las lecciones. El es DIOS.

QUIEN TE CUENTA ESTO SOY YO ...  O MEJOR DICHO ... TU ... sólo que desde un futuro ...¿cercano?   ...¿lejano? ... Ya lo sabrás.
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados