|
De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 05/09/2018 20:26 |
CADA DÍA ES UNA OPORTUNIDAD PARA PROGRESAR EN MI VIDA.
Siempre estamos progresando, aun en esos momentos cuando parece que avanzamos dos pasos y retrocedemos tres. No podemos “desaprender” lo que hemos aprendido así como tampoco podemos deshacer lo que hemos experimentado.
Con esto en mente, tomo la decisión de avanzar con propósito. He aprendido de mis experiencias, y busco hacer más de lo que marca una pauta positiva en mi vida y menos de lo que no. Aun en momentos de caos existe el orden. Un fracaso me muestra lo que no debo hacer. Tengo fe en que al escuchar “el silbo apacible y delicado” seré guiado. Procedo con optimismo y confianza. Cada día es una oportunidad para progresar en mi vida.
Ocúpate en estas cosas, y permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. —1 Timoteo 4:15
| |
|
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
CON MI ATENCIÓN CENTRADA EN LA PAZ, SOY RENOVADO.
Muchas ciudades grandes tienen bellos parques. En medio del concreto, el tráfico y las personas existen zonas de belleza para jugar y admirar la naturaleza. Del mismo modo, en medio de los pensamientos apremiantes y las prioridades en mi mente, existe un lugar de paz y belleza.
Al llevar mi conciencia a mi interior, redirijo mi atención de la cabeza al corazón. Cada vez que inhalo permito que mis sentimientos de paz y amor en el centro de mi ser se expandan. Cada vez que exhalo dejo ir la tensión y las distracciones de todo aquello más allá de mi control. En un momento de comunión callada con la energía divina que infunde cada célula y cada sentimiento con paz, encuentro descanso.
Con mi atención centrada en la paz, soy renovado.
Me porto con mesura y en sosiego.—Salmo 131:2
| |
|
|
|
|
|
CAMINO CON CONFIANZA EN LA LUZ DE DIOS.
Una verdad espiritual es que camino en la luz divina en todo momento. Sin embargo, hay oportunidades en que enfoco tanto mi atención en la vida cotidiana que olvido que la presencia de Dios está en todas partes, activa en mí y como yo. En esos momentos, recuerdo permanecer con la atención centrada en el Espíritu divino en vez de permitir que el temor abrume mi mente.
Para recordar las verdades espirituales y enfocar de nuevo mi atención, respiro profundamente y dejo ir toda preocupación al exhalar. Después digo palabras de verdad calladamente: Camino en la luz de Dios. Estoy en paz en mi ser, sabiendo que soy una expresión de Dios, una expresión de luz. Al avanzar en mi día, recuerdo que dondequiera que esté, Dios está.
Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos. … “Porque somos linaje suyo”.—Hechos 17:28
| |
|
|
|
|
|
|