¿Las que se adelantan?: sabía que a estas ovejas, el pastor les pone una piedra amarrada a la pata izquierda trasera, para hacer su caminar más lento, hasta que aprendan a caminar al paso del rebaño y el pastor. Es una especie de freno. Hay muchos cristianos, que se adelantan a los planes del Señor , y en alguna forma, tienen que ser frenados por El.
Las retrasadas: a estas, el pastor les da un leve golpecito en la cabeza, o las amarra de otra que va al paso; hasta que aprendan a mantenerse en el redil. Así también, hay cristianos retrasados; que Dios los manda y nunca van; les abre las puertas y no entran por ellas; y en la Iglesia, dicen no a las responsabilidades que se les asignan.
Las rebeldes: A estas, el pastor les da suaves golpes detrás de la oreja. Hay cristianos que se rebelan contra el pastor, contra los hermanos, y aún contra Dios; cuando no les va como ellos quieren. Muchos contaminan a otros de su espíritu de rebeldía, causando divisiones en las Iglesias.
Las contenciosas: Cuando dos ovejas pelean entre sí, el pastor las amarra pata con pata por un tiempo; hasta que se dieran cuenta que tenían que aprender a comer, beber y convivir juntas. Filipenses 2:3-4 dice: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.
Las que buscan pastos ajenos: Estas son las que saltan la verja de redil, para buscar pastos en lugares ajenos. El pastor le echaba aceite amargo a los pastos que no eran del redil, para que ellas aprendieran a mantenerse en su redil. Los pastos ajenos; son tipo de falsas doctrinas, y el aceite amargo, es la población en contra de ellas y del pecado. Hebreos 10:25 dice: “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis aquel día se acerca”.
Las que se extravían; Estas son las ovejas que se alejan tanto del redil, que se pierden y no saben regresar. Son descarriados que se van al mundo y hasta creen que ya no hay esperanza de salvación para ellos. andan maltrechas añorando el redil. El buen pastor las busca, las cura, las cubre con su manto y las trae de nuevo al redil.
Las inconstantes: Estas ovejas, tienen de todo un poco. Son como el yoyo, que sube y baja; a veces están arriba y a veces están abajo; a veces están dentro y a veces fuera. Con estas, el pastor tiene que tomar una dolorosa decisión. Les aplica una disciplina más fuerte. Les acuesta en una mesa, y con un palo les da con fuerza; de modo que les quiebre el muslo. Luego las venda y las entablilla con amor; pero al entablillarlas lo hace de tal modo que los huesos no unan correctamente y queden cojas. (Esa es la oveja perniquebrada o quebrantada de Ezequiel 34:4). Su condición les crea cierta inseguridad, que las hace mantenerse siempre al lado del pastor, para recibir protección. ¿Cual de ellas es usted? una oveja perniquebrada? Recuerda que llegaron a ser perniquebradas por poseer todas las características anteriores.
Las maduras: Estas son las que contra viento y marea, permanecen en el redil. Van al paso del pastor, por lo tanto, no se extravían. No son rebeldes, ni contenciosas, ni inconstantes. Saben que no pueden descuidar una salvación tan grande; y como el apóstol Pablo, que puede decir: “Por lo cual estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor”.
Los bendigo Lidia
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