MATEO CAP. 12
Mateo cap. 12: v 1 al v 8
En una ocasiòn pasò Jesùs en dìa sàbado por unos trigales. Sus discìpulos, que tenìan hambre, comenzaron a sacar espigas y comerse los granos. Al verlos, unos fariseos le dijeron:
Jesùs les contestò: <¿No han leìdo lo que hicieron David y sus compañeros cuando estaban muertos de hambre? Pues que entrò a la casa de Dios y comieron los panes sagrados, que ni èl ni sus compañeros podìan comer, sino solamente los sacerdotes. ¿No han leìdo en la Ley que los sacerdotes trabajan el sàbado en los Templos y no por eso pecan? Y, ademàs, se lo digo, aquì està uno que es màs grande que el Templo. Y si ustedes entendieran claramente lo que significa. Yo no les pido ofrendas, sino que tengan compasiòn, no habrìan condenado a estos inocentes.
Ademàs, el Hijo del Hombre tiene autoridad sobre el sàbado.>
ENSAYO:
Estemos atentos de esas personas, que queriendo hacer la voluntad de Dios, la mayoría de las veces, se vuelven tan religiosas como estos fariseos que quieren aplicar cosas de tiempos pasados con amenazas de castigo divino, castigo de lo que ya hemos sido liberados por medio de Jesucristo. Esto se da, porque esas personas se involucran, consciente o inconscientemente, con enseñanzas y mandatos de hombre que han invalidado la verdadera esencia de la Palabra de Jesús. Por eso, no olvidemos ni por un instante, que debemos guardarla y enseñarla a cumplir con fidelidad, como obediencia a Dios y a los tiempos nuevos que son instituídos a través de Jesucristo Nuestro Señor.
Mateo cap. 12: v 9 al v 21
Saliendo de ese lugar, Jesùs llegò a una sinagoga de los judìos. Allì estaba un hombre que tenìa una mano paralizada. Los fariseos le preguntaron: <¿Està permitido hacer curaciones en dìa sàbado?> Esperaban una respuesta para poder acusarlo.
Jesùs dijo: Dijo entonces al enfermo: La extendiò y le quedò tan sana como la otra. Los fariseos entonces salieron, y se reunieron para ver la forma de acabar con èl.
Jesùs que lo sabìa, se alejò. Pero muchos lo siguieron, y èl los sanò a todos. Pero èl les mandaba que no dijeran quièn era.
Asì debìa cumplirse lo que dice el profeta Isaìas:
Viene mi siervo, mi elegido; a èl le quiero y en èl me complazco. Pondrè mi Espìritu sobre èl, para que anuncie la verdad a las naciones.
No pelearà con nadie ni gritarà, ni llenarà las plazas del ruido de sus discursos.
No quebrarà la caña hecha trizas, ni apagarà la mecha que todavìa humea, hasta que finalmente haga triunfar la verdad. De èl las naciones esperan su salvaciòn.
ENSAYO:
Debemos de conocer y discernir la enseñanza que Jesús nos comparte para reconocer, que nosotros, como hijos de Dios, somos participados de esa autoridad que satisface cualquier necesidad nuestra en todo momento, recibiendo ejemplos para entender la profundidad de la Palabra de Jesús. Sin embargo habrá muchos que no estén a favor de esos discernimientos porque va en contra de sus tradiciones, tradiciones que les han hecho sentir obediencia a cosas de las que ya han sido liberados. Por eso es necesario discernir profundamente la enseñanza de Jesús para no invalidar su Palabra ni prestarnos a discusiones que provoquen contienda. En eso reconoceremos que Jesús está en nosotros y nosotros en él, puesto que su Palabra no es para contender con nadie, ya que la autoridad de Dios que hay en ella será compartida a sus verdaderos discípulos en el momento preciso, y eso les dará lo necesario para no tratar de imponerla con gritos, gestos o amenazas, y mucho menos montando un show religioso para convencer a muchos a creer en la Palabra de Dios de acuerdo a como el hombre a torcido los rectos caminos del Señor.
Debemos tener paciencia con quienes se han desviado o han sido desviados del verdadero orden y propósito de Dios, porque han antepuesto sus pensamientos de sabiduría humana a los pensamientos y Sabiduría de Dios, por eso, debemos orar al Padre por ellos en el Nombre de Jesús, en la unidad con el Espíritu Santo, para que triunfe la verdad.
Mateo cap. 12: v 22 al v 30
Le trajeron en ese momento un endemoniado ciego y mudo. Jesùs lo sanò, de modo que pudo ver y hablar. Con esto, todo el pueblo quedò asombrado y preguntaban: A lo que respondìan los fariseos:
Jesùs sabìa lo que estaban pensando, y les dijo:
Pero si yo echo a los demonios con el soplo del Espìritu de Dios, comprendan que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
¿Quièn podrà entrar en la casa de un hombre valiente y robarle sus cosas, si primero no lo amarra? Sòlo entonces le podràn saquear la casa.
El que no està conmigo, està contra mì, y el que no recoge conmigo, desparrama.
ENSAYO:
Los que se muestren renuentes a obedecer los nuevos tiempos encomendados a Jesús a través de la reflexión y meditación de su Palabra expresada en el Nuevo Testamento por obedecer las formas, métodos o sistemas de humana sabiduría, dirán que eso es cosa del demonio, pero, si meditamos bien en lo anterior, ¿en dónde se encuentra el demonio?
Cuando reconozcamos debidamente a Jesús, podremos amarrar al hombre fuerte que vive dentro de cada ser humano, al hombre tradicionalmente materialista que impide entender, que el poder de Jesús que a sus verdaderos discípulos les será compartido, deberá siempre ser aprovechado de acuerdo a la voluntad de Dios, y no, desparramado de acuerdo a la voluntad de hombre.
Mateo cap. 12: v 31 al v 37
Por eso yo les digo: Se perdonarà a los hombres cualquier pecado y cualquier palabra escandalosa que hayan dicho contra Dios. Pero las calumnias contra el Espìritu Santo no tendràn perdòn.
El que insulte al Hijo del Hombre podrà ser perdonado. en cambio, el que insulte al Espìritu Santo no serà perdonado, ni en este mundo, ni en el otro.
Si se planta un àrbol bueno, su fruto serà bueno; si se planta un àrbol malo, su fruto serà malo, pues el àrbol se conoce por sus frutos.
Raza de vìboras, ¿còmo pueden hablar cosas buenas, siendo malos? Puesto que la boca habla de lo que està lleno el corazòn.
El hombre bueno saca cosas buenas del tesoro que tiene adentro, y el que es malo, de su fondo malo saca cosas malas.
Yo les digo que en el dìa del juicio los hombres tendràn que dar cuenta hasta de las palabras ociosas que hayan dicho. Por tus palabras seràs declarado justo, y por lo que digas vendrà tu condenaciòn.>
ENSAYO:
El ser humano invariablemente a proferido insultos a Dios y a Jesucristo, manifestados a través de su incredulidad provocada por razonamientos de humana sabiduría, y de esto podrá ser perdonado al arrepentirse de ello, pero quien insulte al Espíritu Santo no será digno de perdón, porque no reconoce su verdadero origen.
El ser humano es semilla plantada para que se levanten árboles buenos que den fruto bueno, por lo que no se deberán regar estos árboles con elementos que vayan en contra de la fuente de agua viva de la enseñanza que Jesús nos comparte porque podrían ser contaminados, así que si de alguna manera nosotros hemos sido contaminados, estemos prontos a purificarnos porque si no, ¿qué clase de fruto produciremos?
Por eso tengamos siempre presente, que debemos cambiar nuestra vida y corazón de acuerdo a la Palabra de Jesús, es decir, colocarnos en nuestra condición espiritual para ser semillas de las que sean levantados arboles buenos alimentados del tesoro que llevamos dentro, para que, cuando ese árbol empiece a producir fruto, sea verdadero fruto del Espíritu. Por eso, todos los que no se esfuercen para guardar y enseñar a cumplir la enseñanza de Jesús, tendrán que dar cuenta hasta de las palabras ociosas que hayan dicho, pues, por la forma de guardar y enseñar la Palabra de Dios dada a Jesús, serán declarados justos o condenados.
Mateo cap. 12: v 38 al 45
Entonces algunos maestros de la Ley y fariseos le dijeron: Pero èl contestò:
Porque, del mismo modo que Jonàs estuvo tres dìas y tres noches en el vientre del gran pez, asì tambièn el Hijo del Hombre estarà tres dìas y tres noches en el seno de la tierra.
En el dìa del juicio los habitantes de Nìnive se pondràn en pie para acusar a toda esa gente, porque cambiaron su conducta con la predicaciòn de Jonàs, y aquì hay alguien mucho mejor que Jonàs. En el dìa del juicio la reina del Sur se pondrà en pie para acusar a los hombres de hoy, porque ella vino de los confines de la tierra para ver la sabidurìa de Salomòn, y aquì hay alguien mucho mejor que Salomòn.
Cuando el espìritu malo ha salido de algùn hombre, anda por sitios desiertos, buscando descanso, sin conseguirlo. Entonces se dice; Volverè a mi casa de donde salì. Volviendo a ella la encuentra desocupada, bien barrida y adornada.
Entonces va y trae otros siete espìritus peores que èl. Entran y se quedan ahì. De tal modo que la condiciòn de este hombre es peor que antes. Asì le va a pasar a esta raza perversa.>
ENSAYO:
Los que no han creído en Jesús como dice la escritura, querrán que se les muestre algún milagro, pero sólo les será dado el ejemplo de Jesús en la obediencia a Dios, para que todo aquel que quiera seguirlo, crucifique su condición material y resucite a la vida espiritual.
Si alguno predica la enseñanza de Jesús de acuerdo a la sabiduría humana, todos los que vivieron en otros tiempos se levantarán para acusarlos de que, aunque se dicen cristianos e invocan el Nombre de Jesús, no han querido mostrarse fieles a su Palabra, y si no se arrepienten a tiempo y toman el camino verdadero a la verdad y a la vida, el espíritu malo que habían sacado de sus vidas, regresará con otros siete peores que él y su condición se tornará mucho peor que antes.
Mateo cap. 12: v 46 al 50
Estaba todavìa hablando con el pueblo cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, quisieron hablar con èl. Alguien dijo a Jesùs:
Pero èl respondiò: <¿Quièn es mi madre y quienes son mis hermanos?> E indicando con la mano a sus discìpulos, dijo:
ENSAYO:
Jesús nos está señalando al igual que a sus discípulos, porque también nos estamos preparando para despertar el espíritu de valentía y dominio propio en nosotros para hacer las cosas como lo manda en su Palabra, cumpliendo así con la voluntad del Padre que está en los Cielos, lo que nos convertirá en hermano, hermana o madre de Jesús, esto último, porque para guardar su Palabra con verdadera fidelidad, tendremos que soportar cambios tan difíciles y profundos en nuestra vida, tan tremendos, que podrían ser equiparados al dolor de parto, pero, cuando eso sea superado, daremos a luz al Espíritu de Jesús en nosotros, luz que nos iluminará por siempre el camino.