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Esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya. Filipenses 3:20-21. El retorno del Señor
Jesús nos prometió un lugar con él en el paraíso: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3).
¿Cuándo volverá Jesús? “He aquí yo vengo pronto” (Apocalipsis 22:12). No olvidemos que para el Señor “un día es como mil años, y mil años como un día” (2 Pedro 3:8). ¿Cómo volverá el Señor? “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo” (1 Tesalonicenses 4:16). ¿De qué manera nos arrebatará el Señor? “Los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:16-17). ¿Cómo debemos esperarlo? “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora” (Mateo 25:13). “El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:5-7).
Fondo Myriam_ Lhamya
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Pastor Batista el día y la hora nadie lo sabe.
( Mat 24; 31=36 )
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Gracias por tan bello mensaje que DIOS me lo bendiga muchoooo, atentamente.
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