La vida del alma
En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte y mi refugio. Salmos 62:7
Me sorprendí muchísimo cuando una noche, inesperadamente, encontré en un libro la respuesta a un interrogante que tenía hacía meses.
La pregunta que yo me venía haciendo hacía mucho tiempo era: ¿Cómo puedo tener fuerza y aliento nuevo en mi alma?
Había habido días en mi vida en los que me parecía que ya no podía dar ni un solo paso más. Me sentía como si me hubiera exprimido en la lavadora. Me he encontrado con muchas personas que se sienten igual, y siempre llegamos a la conclusión de que no es debido necesariamente a problemas, al dolor o a la necesidad pues, aunque también hemos experimentado eso en ocasiones, el verdadero motivo es un gran vacío que no sabemos llenar.
Como decía al comienzo, la respuesta a esa inquietud la encontré en un párrafo, cuya lectura estoy segura de que te va a impresionar. Hello aquí:
“La oración al Gran Médico por la salud del alma trae la bendición de Dios. La oración nos une los unos a los otros y a Dios. La oración trae a Jesús a nuestro lado y da nuevas fuerzas y gracia fresca al alma vacilante y a punto de perecer…”
Al comienzo de esa misma página aparecía uno de los pensamientos más bellos que he tenido ocasión de leer: “La oración es el aliento del alma“.
Cuando hay problemas y todo parece desplomarse, solo esa vida de oración vivificará nuestra alma. Igual sucede cuando todo está en paz.
Paradójicamente, tal situación es mucho más peligrosa para nosotros, pues nos adormecemos. Sin embargo, también entonces nos vivificará la oración cuando necesitamos ser refrigerados y empezar de nuevo nuestra experiencia de amor por Jesús y, por ende, con los demás. Solo a través de esa experiencia con Jesús entraremos en esa experiencia de vigor espiritual.
¿Deseas sentirte refrigerado y recibir vigor espiritual? ¿Necesitas nuevas fuerzas, no solo físicas, sino también para el alma? Pues ¡levántate ahora mismo y experimenta todo ello por medio del Espíritu Santo!
Bendiciones, Ximena