CONTINUACION DEL ANTERIOR
I. Análisis histórico cultural y contextual.
Definiendo el objeto:
Será nuestra intención en esta sección tomar contacto con el ambiente histórico cultural en el cuál el autor desarrolló su escrito, de forma tal que nos permita ir comprendiendo referencias que le son naturales, alusiones o menciones facilmente entendibles por su auditorio cercano (primeros receptores de su escrito).
En una segunda etapa nos introduciremos en lo que podríamos denominar: análisis contextual.Allí la idea es considerar el texto que analizamos (por ejemplo: 1 Juan) a la luz de todos los escritos de este mismo autor,(todos los textos que se atribuyen sin mayores dudas a Juan) ya que el conocimiento del pensamiento del autor nos brinda una ayuda muy valiosa a la hora de la comprensión de un texto. Y siempre insertos en una perspectiva mayor como lo serían en este caso el Nuevo Testamento primero y toda la Escritura después.
Ejemplo (ejercicio propuesto por el Prof.Virkler):
Prov.22:28. "No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres."
Sin la ayuda de comentarios bíblicos o exegéticos de ningún tipo, ¿Cómo interpretaría Ud. esta Escritura?
- Como no quitar las señales de tránsito que indican los caminos a los viajeros.
- Como no hacer cambios y seguir haciendo las cosas como nuestros padres las hacían .
- Como no robar.
- Todas las anteriores.
- Ninguna de las anteriores.
En verdad la respuesta correcta es la c. Puede que Ud. haya elegido la a o la b porque ha intentado comprender el texto preguntándose inconcientemente, en primera instancia : ¿Qué significa este texto para mí ? Sin embargo, la pregunta que debía primar en esta etapa es: ¿Qué significaba este texto para el escritor original y sus lectores?
(Antiguamente se utilizaban piedras grandes a modo de mojones para delimitar las propiedades.Encontramos en Deuteronomio 19:4 referencia clara a esto y a la prohibición de reducir límites o linderos. Hoy con las técnicas de medición modernas no es fácil robar terreno a expensas de mover mojones, pero en aquel tiempo cambiarlos de lugar implicaba robar.)
El ejemplo que antecede tiene el propósito de mostrar que al no tener un conocimiento del ambiente del escritor y su trasfondo, complementado con un análisis contextual, tendemos a equivocar la interpretación correcta al acercarnos al texto con la pregunta : ¿ Qué significa esto para mí?.
Cuando obtenemos una respuesta razonablemente segura a la pregunta: ¿Qué significaba esto para el autor original ? es que podemos plantearnos el significado que pueda tener para nosotros y concluir que nuestra interpretación tiene una base sólida y correcta.
Juan Calvino decía que "la primera tarea de un intérprete es dejar que el autor diga lo que quiere decir, en vez de atribuirle lo que pensamos que debió decir."
Podemos realizar un análisis histórico-cultural y contextual del texto con la guía de intentar dar respuesta a las siguientes preguntas progresivamente :
- ¿Conocemos el medio en el que se está expresando el autor? ¿Cuál es? (situación histórica general)
- ¿Podemos definir especificamente el contexto histórico-cultural (costumbres, tradiciones)?
- Hay un contexto inmediato (condición espiritual de los primeros receptores) ¿Lo puedo establecer?
A continuación intentaremos detallar estos pasos:
A. Determinando el contexto histórico-cultural general
1. Situación histórica general.
En primer lugar debemos preguntarnos por ella. Intentar hacernos una composición de lugar de la situación que enfrentan a nivel político, económico y social el autor y sus receptores primarios. Preguntas sobre el modo de vida, formas de sostenimiento, grado de desarrollo económico nos ayudan a ir tomando contacto con el entorno del autor y sus congéneres.
Asimismo conocer su situación con sus vecinos, amenazas a las que estaban expuestos, preocupaciones colectivas, etc. enriquecen el conocimiento del momento histórico en que se desarrolla el texto.
Dando respuestas a éstas y otras preguntas de similares características nos situamos ante el texto y podemos indagar con mayor precisión en causas y razones del autor y su escrito; por qué dice tal o cual cosa, por qué su estado de ánimo, etc.
Ejemplo: ¿En qué situación están los destinatarios de 1 Pedro? o ¿Qué le sucede al autor de Lamentaciones ?, ¿ Es una depresión personal o hay un origen externo? ¿En qué momento de la historia está?, etc.
Vale decir que en muchas ocasiones no es posible dar respuesta a todos los interrogantes que podemos plantearnos en relación a estos tópicos, pero siempre debemos intentar extremar recursos para embebernos lo máximo posible en la situación histórica del autor y sus receptores.
2. Costumbres y tradiciones
Un segundo aspecto a investigar es el referente a costumbres , tradiciones, usos comunes, etc. Normalmente podemos encontrar pequeñas claves que nos ayudan a la interpretación cabal de un texto en la consideración de las costumbres que regían en la época y lugar donde el autor está escribiendo y para quienes lo está haciendo en primer lugar.
Hay un ejemplo típico que la obra de Virkler recoge y es Marcos 7:9-13.
Allí la referencia a Corbán debe ser estudiada para comprender de qué está hablando Jesús. Vemos que la palabra hebrea significa ofrenda y que en la interpretación rabínica, siendo ofrenda para Dios no podía dársele otro destino, y esto obviamente incluía no ayudar a los padres. Jesús argumenta que usando una tradición farisaica invalidan el mandamiento de Dios que es para el bien de las personas.
Hay muchos otros ejemplos similares, donde el conocer la costumbre cultural del momento y lugar, nos ayudan en la comprensión.
Encontramos en :" Grandes personajes bíblicos y cómo vivieron " G.Ernest Wright el siguiente comentario que nos ilustra sobre la necesidad de conocer tradiciones y costumbres de la época y el lugar: ubiquémonos en Marcos 14:12-14.
Para celebrar la Pascua la noche previa a la crucifixión Jesús da instrucciones que son muy específicas y que pueden ser comprendidas cabalmente investigando el contexto.
La situación que se vivía era de una hostilidad creciente de los fariseos hacia Jesús, el peligro inminente era que una aparición de éstos pudiera interrumpir la celebración de la última cena.
Jesús especifíca a los discípulos que envía a preparar la Pascua que encontrarán en la ciudad un hombre que lleva un cántaro de agua y que deben seguirle. ¿Qué de especial tenía esta indicación ? Pues en Palestina durante ese tiempo el cargar el agua era un trabajo de mujer y era extraño ver a un hombre haciéndolo.Por lo tanto esto despejaba dudas en cuanto a quién debía seguirse. Puede que haya sido una señal convenida para mantener el secreto y en cualquier caso es un claro dato de la tensión del momento.
Este detalle de lo específico de la instrucción, justamente subraya las especiales circunstancias de peligro, traición y hostilidad en las cuales están envueltas esas horas decisivas.
3. Condición espiritual del auditorio.
Finalmente en esta etapa nos preguntamos por el nivel de consagración de los creyentes de ese tiempo.
No es lo mismo un momento de carnalidad y superficialidad en la relación con Dios, que un tiempo de fidelidad pero bajo una presión violentamente hostil y constante que podía sumir a este receptor primario en el desaliento, o nuevos creyentes en peligro ante falsos maestros.
El ejemplo de Oseas es muy adecuado para visualizar esto. Un hombre es obligado a casarse con una prostituta, lo hace y forma una familia con ella ; con el tiempo retorna la mujer a su antigua condición y el esposo abandonado va tras ella reiteradamente y la rescata de la esclavitud a la que ella nuevamente en la prostitución se sometía.
Es una historia dura y dificilmente comprensible si se desconoce la condición espiritual de este primer receptor o auditorio del mensaje de Oseas.
Un mensaje que habla de la infidelidad de Israel, enmarcado en la iniquidad y rebelión del pueblo, pero que también expresa que Dios no ha dejado de amarle.
Como vemos una serie de preguntas y sus respuestas nos ayudan para una interpretación apropiada. Es de especial relevancia el acudir a , textos de estudio, comentarios exegéticos, diccionarios bíblicos, etc. que puedan aportarnos información y datos que nos son necesarios para tener un panorama más claro.
B. Precisando el propósito que tuvo el autor al escribir un libro:
1. Observar las declaraciones explícitas o repetitivas.
2. Señalar secciones parenéticas o exhortatorias.
3. Marcar temas que se enfoquen o que se omitan.
Vamos ahora a adentrarnos en lo que tiene que ver con el propósito específico de un libro.
Para ello a modo de introducción a este apartado debemos inquirir sobre el autor.¿Qué podemos decir sobre el escritor en cuanto a su experiencia y trasfondo espiritual ? ¿ A quién pretende dirigirse con su escrito ? (no es lo mismo si se trata de creyentes que de quienes no lo son, tampoco si son creyentes cimentados en la doctrina o nuevos creyentes.)
Hay libros en los cuales esta información es fácilmente accesible ya que la encontramos en forma explícita en el mismo texto (textual) y en otros casos los datos externos de caracter histórico nos ayudan a conocerlos (información histórica).
Sin embargo, en ocasiones nos encontramos ante la ausencia de evidencias categóricas y en la necesidad de deducir diferentes hipótesis así como de abstraernos de concluir rápidamente sobre el autor.
Ejemplo: Quizá un caso paradigmático sea la Epístola a los Hebreos.
Esta Epístola debe su nombre a evidencias de tipo deductivas al no contener evidencias directas sobre su autor y destinatatiros
Las continuas alusiones al Antiguo Testamento sólo tienen sentido para alguien que lo conoce previamente, por lo que se puede concluir que estaba dirigido a hebreos y no gentiles.
Hay muchas razones, pero, para mencionar la más clara digamos que a lo largo de la epístola encontramos un constante confrontar entre el pacto mosaico y Cristo, mostrando la excelencia y superioridad de este último.Esto no tendría sentido para alguien que desconociera la fe judía.
Ahora en cuanto a su autor literario el tema puede ser más discutido. Usualmente se ha atribuido a Pablo esta epístola, quizá siguiendo el pensamiento de los primeros siglos en Oriente fundamentalmente, de Agustín (430) y Jerónimo(420 DC) ; pero hay fuertes opiniones diferentes.
Por ejemplo Virkler va a dar casi por sentado que su autor no fue Pablo. Basa su afirmación en la expresión literaria , formas de pensamiento y actitud hacia la ley mosaica que él encuentra muy distantes de lo que aparece en el resto de la literatura paulina. Trenchard, también dudará intensamente en su comentario sobre esta epístola. Y muchos otros eruditos también se desmarcarán de esta idea. Es curioso notar que aún en los albores del cristianismo ya se dudaba sobre el autor y que por ejemplo Tertuliano (240 DC) sugiriera a Bernabé como su autor o que Orígenes (251 DC) creyera que era Lucas. Más cercano a nosotros en el tiempo, Lutero defendía la idea que podía haber sido Apolos quien escribiera la carta,asi como en nuestros días lo mismo afirma Lacueva.
Como podemos apreciar ante la ausencia de evidencias sólidas, el tema de la paternidad literaria ofrece un gran campo a las hipótesis.
De todas formas, comparativamente no es un tema insalvable, pues es un escrito aceptado como divinamente inspirado desde los primeros tiempos de la Iglesia primitiva.
Y valga la aclaración de un punto que puede servir a confusión. Una cosa es estudiar el contexto histórico-cultural basados en presuposiciones bíblicas ortodoxas en cuanto a la fe y otra, la crítica histórica que lleva a dudar de la fe cristiana (positivismo por medio). Por lo tanto no hay que ver la valorización del análisis contextual histórico-cultural como una vindicación de la crítica histórica.
1. Declaraciones explícitas.
El Evangelio de Lucas o el libro de los Hechos explicitan claramente la intención de Lucas al escribirlos, la cual era dejar un registro ordenado de la historia de las cosas que fueron "ciertísimas" en los comienzos de la era cristiana.(Luc.1:1-4 y Hch.1:1)
Pedro reconocerá su intención en 1 Pedro.(5:12)
Juan en su Evangelio en 20:31 aclara que presenta el ministerio de Cristo para que los hombres crean.
En Génesis hay una repetición de genealogías que sugieren el propósito de registrar el desarrollo temprano de la humanidad, etc.
2. Exhortaciones.
Las exhortaciones tienen directa relación con el propósito, por ello se constituyen siempre en un importante dato de la intención del autor.
Al tratar el ejemplo de la epístola a los Hebreos, hemos mencionado que hay un contrastar constante entre el Antiguo Testamento y la excelencia y superioridad de Cristo, pero al mismo tiempo se entrelazan luego de estas presentaciones advertencias y exhortaciones.
Podemos hallar más de diez exhortaciones positivas (4:14,16; 6:1; 10:22-4; 12:1-2; 12:28; 13:13) que animan a creyentes bajo presión (como lo eran los primeros receptores del mensaje) a seguir adelante.
Por su parte, en la literatura paulina encontramos a menudo un "por tanto" seguido de una exhortación a posteriori de la descripción de un hecho teológico. Puede ser que el hecho teológico no sea claro para el lector, pero la naturaleza de la exhortación lo guía muy ciertamente para entender el significado.
3. Enfoques y omisiones.
Veanos ahora un ejemplo veterotestamentario como son los libros de Crónicas, allí no se nos da una historia completa de la historia nacional, sino que se seleccionan determinados acontecimientos y lo hace a forma de ilustración con el fin de afirmar el espíritu de la comunidad judía postexílica.
En verdad es una expresión típica del judaismo postexílico donde se rememora el principio determinante de que la vida del pueblo de Israel dependía de su fidelidad a Dios. Es por esto que vamos a leer frecuentemente la expresión " hizo lo malo " o "hizo lo recto" ante los ojos de Jehová.
Finalmente una forma simple de verificar si hemos comprendido o no el propósito de un autor es poder resumirlo en una oración.
Es necesario para interpretar un pasaje haber entendido la intención del autor al escribir el texto que lo contiene.
C. Cómo el pasaje armoniza con el contexto inmediato.
Es un grave error interpretar versículos sin dar apropiada atención a su contexto; por ello intentaremos siguiendo las proposiciones del Prof.Virkler adentrarnos en algunas cuestiones que nos pueden auxiliar para entender el contexto inmediato.
1. Identificación de los bloques mayores y cómo estos armonizan.
Aquí sería menester tratar de descubrir o incluso proponer un bosquejo posible del autor. Los autores bíblicos en numerosas ocasiones estructuran su pensamiento en manera lógica y es posible trazar un bosquejo tentativo que nos ha de servir de guía y ayuda.
2. Armonía de lo parcial con lo general (pasajes con desarrollo argumental).
Debemos buscar la conexión posible y necesaria entre un pasaje y la Escritura previa y posterior. Los pasajes generalmente no están desconectados de los bloques de los textos que los acompañan, podemos encontrar en ellos una conexión que será lógica y también teológica y esto se hace evidente dentro del bloque de material que lo contiene , pero también con todo el desarrollo argumental. Hay excepciones como por ejemplo algunas partes del Libro de Proverbios , pero aún con sus características particulares, aquí también responden a un patrón lógico de ideas.
3. Enunciar la perspectiva del autor.
Los autores escribieron de dos formas : desde la perspectiva de Dios o desde la perspectiva humana, o sea, ya como voceros de Dios en especial en asuntos de moral ; o en las narraciones como reporteros.
Es muy importante distinguir entre que el autor se esté expresando como vocero directo de Dios o si lo está haciendo describiendo un acontecimiento fenomenológico desde el reporte humano.
Llegado a este punto definamos fenómeno; según el Diccionario de Filosofía el término procede del griego y significa lo que "aparece", y podríamos decir que equivale a apariencia. Ya en la filosofía griega una de las nociones posibles de fenómeno era " lo que parece ser", tal como realmente se manifiesta, pero, que en rigor puede ser algo distinto.
Un ejemplo ilustrativo a considerar es la cuestión del diluvio universal. El contexto de los cap.6 al 9 del Génesis nos dan un buen ejercicio para entender lo que sería la noumenología (o desde la perspectiva de Dios) y la fenomenología (o desde la perspectiva humana)de un hecho.
Si las expresiónes del cap .7 ,"toda carne murió " y "todos los montes altos fueron cubiertos" es entendida noumenológicamente , estaremos hablando de un evento, en este caso el diluvio, de alcance universal.
Por el contrario, si la misma frase la tomamos fenomenológicamente, podemos pensar que "toda carne y todos los montes " se están refiriendo a todo lo que yo (como testigo presencial) pude observar (hablando desde la perspectiva del reportero humano). Sin descartar la posibilidad de diluvio universal también incluye la probabilidad de un diluvio de alcance más reducido, o local, hasta donde el observador está limitado.
Obvio es decirlo que la interpretación clásica de este evento es noumenológica. Sin embargo quienes afirman que debe interpretarse fenomenológicamente sostienen que el relato es de un testigo ocular, trasmitido desde Sem a sus descendientes hasta la incorporación por Moisés y que está denotando únicamente lo que conocía el observador.
Vemos que la distinción que debemos hacer de la perspectiva desde la que habla el autor es de importancia porque puede comenzar a bifurcar el camino y llevarmos a interpretaciones erradas.
4. Declaración descriptiva y verdad prescriptiva.
Es bien clara la diferencia entre ambas, en una tendremos la descripción de lo sucedido, y en la otra lo ordenado o determinado para una ocasión o situación. Debemos ser especialmente cuidadosos al generalizar en cuanto a las descripciones de acciones humanas, y no dar por supuesto que Dios las aprueba, en especial en aquellos casos en que las Escrituras no nos entregan comentarios sobre las mismas.
También al encontrarnos con descripciones de las acciones de Dios con respecto al hombre en pasajes que son narrativos. En tales casos muchas veces caemos en generalizaciones dando por sentado que el obrar de Dios será siempre del mismo modo en todo momento. Pues entonces lo que es meramente descriptivo pasa a ser prescriptivo.
El peligro está en encasillar a Dios en determinadas formas y no ver que Él responde de diferentes maneras a distintos hombres en varios y dispares momentos de la historia.
¿Cuál es la nomativa entonces ?
Pues debemos comprender que los pasajes prescriptivos en la Biblia expresan principios normativos. Y para comenzar podríamos decir por ejemplo, que el cuerpo que componen las Epístolas es mayormente prescriptivo,(aunque no en forma total, ni único) sin olvidar que hay prescripciones de tipo individual y otras de tipo universal, observemos por caso el de los diferentes tipos de gobierno de las comunidades en la Iglesia primitiva.
El encontrarnos con diferentes pasajes prescriptivos en cuanto a un mismo tema, debería advertirnos de la imposibilidad de universalizar y por el contrario llevarnos a la aplicación individual y cuidadosa en cada caso.
Por el contrario , cuando varios pasajes prescriptivos están en total consonancia valoraremos que nos encontramos ante una enseñanza normativa que permite una aplicación universal.
Esto lo diferenciaremos a través del análisis contextual.
5. Enseñanza principal y detalles incidentales.
De la mala comprensión de este punto se produce un terreno abonado para la herejía, y es así como ha ocurrido a lo largo de la historia de la Iglesia en variadas ocasiones.
Por ejemplo el texto de Juan 15 nos habla de la visión verdadera, una enseñanza que reafirma que el poder espiritual tiene un único origen, Cristo; y que nosotros mismos nada podemos hacer separados de El.
Tomando un detalle que llamaremos incidental, y aplicándolo como enseñanza principal, antiguas interpretaciones heréticas llegaban a la conclusión de que siendo la vid parte de la creación y dado que Cristo se identifica con la vid, Cristo es también un ser creado.
Es de señalar el peligro de confundir lo incidental de lo principal y cómo ésto puede llevarnos en determinados casos a una herejía aberrante.
Otra conclusión de este tipo fue lo que se conoce como herejía pelagiana. Los pelagianos afirmaban que el hombre tiene en sí mismo la capacidad para alcanzar la perfección y no necesita la intervención de Dios para salvarse. Alegando que en la historia del hijo pródigo, éste se arrepiente y regresa a su padre sin la ayuda de un mediador, deducían que el hombre tampoco necesita decisivamente un mediador.
6. Establecer al receptor del pasaje.
Todos hemos conocido o escuchado sobre el método de "guianza bíblica", mediante el cual algunas personas suponen que Dios les está hablando a través de textos que toman al azar abriendo la Biblia por cualquier lugar y posando los ojos en el primer versículo que se les presenta; esto puede parecernos risueño pero sin embargo en ocasiones tendemos a hacerlo sólo que en forma más refinada e inconsciente.
Cuando tomamos un texto sin interpelarlo sobre a quién va dirigido, quién habla, si es de carácter descriptivo o prescriptivo, y si siendo prescriptivo lo es en forma individual o general estamos acercándonos mucho a este método de "guianza bíblica al azar".
Establecer al receptor del pasaje nos llevará a distinguir si una promesa, por ejemplo, es para nosotros o no, pues no todas las promesas de la Biblia quisiéramos que fueran para nosotros.
Hay promesas y mandamientos que son dirigidos a la nación de Israel, otros a creyentes del Nuevo Testamento, etc.hay promesas normativas, y mandamientos para los creyentes del Nuevo Testamento, hay otras que son válidas tanto para los del Antiguo como del Nuevo Testamento también; todo depende del contexto y del contenido; una práctica abusiva y no discriminatoria sobre los receptores y sus contextos puede conducir a una aplicación contraria o extraña a la genuina intención del autor.
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